El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha criticado que el Gobierno "no haya querido reformar" la ley del aborto de la exministra socialista de Igualdad, Bibiana Aído, "salvo en una cosa --ha dicho-- que tiene su importancia pero que realmente no entra en el núcleo del problema", que es que las chicas entre 16 y 18 años "necesiten permiso de sus padres para abortar".
Una de las amenazas para la vida radica en esta cuestión, ha asegurado el arzobispado, así como "en una manera de configurar la vida de los matrimonios o en general de las parejas" que podrían casarse o tener hijos pero que por su situación laboral o económica les lleva a elegir el aborto "como solución peor" a una dificultad concreta.
Por eso, ha explicado, desde el Arzobispado de Toledo, "junto a otras personas porque esto no es una cuestión religiosa simplemente", se está intentando ayudar al entorno de la mujer, acogiéndola y acompañándola para evitar que una situación de dificultad económica la lleve a acudir "a una clínica abortista y abortar".
Braulio Rodríguez ha hecho estas manifestaciones durante la presentación de algunas de las actividades que ha organizado la Delegación Diocesana de Familia y Vida a lo largo de todo el mes de marzo, denominado 'mes de la vida', puesto que el día 25 se celebra la encarnación del hijo de Dios, ha explicado el arzobispado.
Según ha indicado, el mes de marzo es un mes "clave" para la pastoral familiar y todo lo que lleva consigo, "que no es solamente preparar a los novios para que se casen bien", sino que también tiene unas connotaciones que cada vez tienen más ratificaciones puesto que la pastoral de la familia y de la vida "lleva junto a ella la defensa de la vida humana", y "está bastante atacada" no solo en España sino en toda Europa.
"En nuestro país en concreto hay una mentalidad abortista y una mentalidad que no mira más allá de lo que significa ese trauma para la mujer, que es el aborto", ha sentenciado el arzobispo de Toledo, quien ha lamentado que en España "no seamos capaces de resolver todo lo que lleva consigo acoger la vida y la ayuda que necesita la mujer, ya que, según ha apuntado, "la paternidad del hombre a veces solo se reduce al acto matrimonial, conyugal o sexual". "Así somos muchas veces los hombres", ha lamentado.