El sector de la perfumería y la cosmética es uno de los que más menciones generan en redes sociales. España se sitúa en el cuarto lugar de la Unión Europea en compra on-line, adelantado únicamente por UK, Alemania y Francia. Concretamente, las ventas de perfumes baratos online y cosmética en 2010 en la red eran del 4% del total del mercado y actualmente ya suponen el 14% todas las ventas del sector, según los que ha ofrecido STANPA.
Las nuevas tecnologías, cada vez más importantes
Teniendo en cuenta que la red es cada día más importante para este sector, los profesionales del mismo se han visto en la obligación de formarse en nuevas tecnologías. Las ventas ya no tienen lugar en la tienda, cara a cara con el cliente, sino también en las redes, y por ello es necesario saber cómo funcionan este tipo de herramientas para acercarse a los consumidores del siglo XXI.
Ahora, una empresa que pretenda dedicarse al sector de la perfumería no sólo tendrá que tener conocimientos en lo que se refiere a elaborar perfumes, o a comprarlos y distribuirlos. En la actualidad es necesario también saber crear vídeos y hacerlos virales, así como ganar nuevos seguidores en las redes sociales e interactuar con ellos para que mantengan el interés en la marca.
Un mercado que crece cada vez más
El mercado español de la perfumería y cosmética ha crecido en los últimos años hasta convertirse en el quinto más importante de la Unión Europea, con unas ventas que superan los 6.000 millones de euros. Un sector cuyas exportaciones están por encima de las importaciones, con un volumen de ventas a países extranjeros cercano a los 3.000 millones de euros, y que tiene grandes posibilidades de convertirse en uno de los que más crecimiento tengan con la llegada del comercio electrónico.
Es por ello que el marketing y la comunicación digital se han convertido en uno de los puntos más importantes que deben tener en cuenta las empresas de este sector. Quienes no sepan aprovechar las grandes oportunidades que ofrece la red corren peligro de quedarse fuera y no llegar a un gran número de usuarios, por lo que formarse en comunicación digital se ha convertido prácticamente en una obligación.