El subsuelo de Marte y los satélites de Júpiter son los candidatos que más gustan a los científicos para albergar vida en el Sistema Solar, según han destacado hoy investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
En una rueda de prensa al concluir la decimocuarta edición de la Escuela Internacional de Astrobiología "Josep Comas i Solá" en Santander, el director del Centro de Astrobiología del CSIC, José Miguel Mas Hesse, ha explicado las investigaciones que se llevan a cabo en algunos lugares de la Tierra por sus condiciones similares a ciertos planetas para conocer como ha evolucionado la vida.
En España, ha destacado las que se lleva a cabo en Riotinto (Huelva), con unas condiciones extremas similares a las que se pueden encontrar en Marte y donde se ha localizado vida a más de 600 metros bajo tierra.
Esto lleva a pensar a los científicos que si Marte tuvo agua y desarrolló vida, ésta puede haberse mantenido en su subsuelo.
De hecho, Mas Hesse ha recordado que existen evidencias de que cuevas de ese planeta albergan agua líquida y, por lo tanto, podrían acoger vida.
En este sentido, Ricardo Amils, miembro del Departamento de Planetología y Habitabilidad del CSIC, ha detallado que la vida que se ha encontrado en el subsuelo de Riotinto, son metabolismos unicelulares que se han penetrado por las fisuras de la roja y ha logrado desarrollarse a gran profundidad.
"Esto es muy positivo para nosotros porque, si alguna vez hubo vida en la superficie marciana, que probablemente ya se habría esterilizado a lo largo de los años, pudo haber migrado hacia el interior e incluso estar todavía activa, con lo cual la podríamos encontrar", ha puntualizado Mas Hesse.
El director del Centro de Astrobiología del CSIC ha abundado en que una de las hipótesis que se baraja es que "buena parte" de las "semillas de la vida" que llegaron a la Tierra lo hizo en cometas, que "si chocaron contra este planeta también lo hicieron contra Marte y contra todos los demás planetas".
Entre esos planetas que se baraja que puedan albergar vida, para Carlos Briones, miembro del Departamento de Evolución Molecular del CSIC, un candidato "muy bueno" es Europa, uno de los satélites de Júpiter, con su "enorme" océano bajo una capa de hielo de 20 kilómetros, que se cree que podría ser "rico" en sales y moléculas.
"No tenemos ninguna evidencia, pero sería en principio un buen laboratorio para que la vida haya emergido ahí", ha aclarado Briones, quien también ha señalado como candidatos a otros satélites de Júpiter.
Ha destacado Ganímedes con sus capas de hielo y agua líquida en los que podría haber vida, al igual que en Titán que por su composición "se puede parecer a como era la Tierra en su origen" y al que se ha referido como una "especie de laboratorio de química prebiótica".
"Probablemente no haya vida ahora, pero si tenemos paciencia y esperamos unos cientos de millones de años y volvemos a Titán probablemente haya vida allí", ha apuntado Briones.
Estos serían los candidatos dentro del Sistema Solar, mientras que fuera, Mas Hesse ha detallado que se conocen unos 3.000 planetas, de los que se cree que un centenar podrían tener características "análogas" a las de la Tierra, aunque todavía no se ha localizado ninguno, ha puntualizado.