Margarita del Carmen del Cid Muñoz lleva a Torremolinos hasta en el nombre. En los comicios municipales del 26 de mayo, su lista renovada y su idea de un mejor futuro para esta localidad, convencieron a 8.203 personas, pero finalmente el PSOE de José Ortiz, acompañado de Adelante Torremolinos y el voto de la tránsfuga de Vox, Lucía Cuín, se hizo con la gestión de uno de los emblemas de la Costa del Sol. En esta entrevista hace un análisis de lo que podría llegar a ser Torremolinos y de lo que es desde el punto de vista del principal partido de la oposición.
Si usted fuese la alcaldesa, ¿qué habría cambiado en Torremolinos?
–Torremolinos necesita un impulso, una apuesta decidida por revitalizar la ciudad, por poner en marcha nuevas actividades. No hay nada nuevo en el horizonte salvo seguir con lo mismo. Han desaparecido muchas acciones en el ámbito cultural y no solo a causa de la pandemia. Lo primero es que me hubiese encerrado con todos los miembros de la corporación que hubieran querido para elaborar un presupuesto, ya que Torremolinos llevaba, en ese momento, tres años sin sus cuentas.Además, creo que los barrios tienen que estar mejor conectados. También hace falta sentarse con administraciones como la Junta y Diputación de Málaga que ayudan. Pegaría en todas las puertas que podrían beneficiar a Torremolinos. El ritmo ha ido relajado. Nos encontramos con que además ha llegado la pandemia y nos ha pillado con los deberes sin hacer: sin presupuesto, tesorería, impulso e ideas.
¿Han sabido gestionar bien la pandemia en este municipio?
–He visto cómo se han volcado otros ayuntamientos con la pandemia y en Torremolinos he sentido bastante impotencia. Es el momento en el que todos tendríamos que haber dado lo mejor de nosotros y ya cada uno tendrá que hacer examen de conciencia, que sepa si ha estado o no al pie del cañón, porque eso los vecinos sí que se dan cuenta. He echado en falta mucho compromiso en muchos miembros de la corporación de Torremolinos y en sus cargos de confianza. Hay cosas que necesitan recursos económicos y otras necesitan impulso, estar con los empresarios, liderar, y eso yo no lo he visto. Para mí ha sido algo triste. En cuanto a los positivos en Litosa, el señor Navarro (edil de Servicios Municipales) nos contestó de manera despectiva, cada uno tiene sus formas, pero suele ser un poco altanero. Sentí un poco de vergüenza cuando leí la respuesta que nos había dado. Además, creo que no pasaron ni 48 horas cuando el comité de empresa dijo que se iba a hacer la PCR a todos los trabajadores. Los hechos le dejaron en evidencia como tantas otras cosas que ha hecho en las empresas y que están costando mucho dinero a los vecinos.
¿Están los barrios abandonados?
–No se puede hablar de algo homogéneo en los barrios de Torremolinos, pero todos tienen un denominador común: el deficiente mantenimiento. Luego está la eterna promesa. Hay un problema grave que siempre nos achacan al PP, que es algo que hace años que dije que no se había prestado la atención que se debía a La Cañada de los cardos. Los vecinos de esta zona, que fue una de las grandes bazas del PSOE en la oposición y en los primeros años de gobierno, solo han recibido falsas promesas, algún que otro desprecio y proyectos que no van a ningún sitio. Me reuní con los vecinos y le trasladé al equipo de gobierno que debería haber un acuerdo en la Corporación para comenzar y hacer fase a fase lo que se necesitaba en esta zona. La callada por respuesta. Echo en falta saber dónde están las prioridades.
¿Qué va a suponer el Plan de Ajuste? ¿Qué proponía el PP?
–Planteamos un recorte en el gasto político. Pensamos que se puede, prescindir en este momento, de forma temporal o de forma total de mucho de este gasto. En un año donde no va a haber inversiones o licitaciones para haberla dedicado a las ayudas sociales, que es lo que planteábamos: un plan de lucha contra el COVID. Hay muchos gastos que se realizan con otras empresas, que solo disminuyendo un 10% ya tendríamos, aproximadamente, cuatro millones de euros. Se podía y que si no sabían, que nos reuniésemos y se lo íbamos a indicar. La señora Tocón citó a dos compañeros míos, les escuchó, se hizo llegar por escrito y nunca más se supo. Me gustaría conocer qué proponen el resto de grupos. Votar no y dar una alternativa es lo que te legitima. El otro día leí una factura de un vecino de Torremolinos de la basura: sin la subvención de empadronado esta persona va a pasar de pagar 24 euros a 69 el trimestre. En Torremolinos el padrón de tasa de basura puede ser de unos 48.000 recibos y solo 18.000 son de empadronados, casi un tercio que son los que tienen la subvención. Van a sufrir un incremento de 45 euros, cada trimestre en el recibo de la basura. Sumado a que este año hay una subida catastral del recibo del IBI del 3% y sumado al peor momento al que nos enfrentamos desde el punto de vista económico, con una incertidumbre total del día a día, miedo al contagio, vuelta al cole, cómo se ha modificado nuestra vida. Creo que esto llega en el peor momento.
La zona azul no tiene que ser ni buena ni mala, pero en política también hay que tener criterios de oportunidad. ¿Es oportuno ahora mismo que haya más presión fiscal por lo que normalmente se hace gratis? ¿No podemos esperar un poco, ver de dónde se puede recortar y echar menos carga en los hombros de los vecinos? Es el miedo a tocar parcelas que me importan como los cargos de confianza. Como no quiero abrir el debate sobre eso, construyo un muro donde el PP es el malo malísimo. Al final está la realidad y cuando la gente vea estos recibos, que el ERTE no sigue, que llega la hipoteca y no puede pagar. El drama social y económico está en la calle. Lo que van a recordar los vecinos es que ha habido un plan de ajuste para pagar a proveedores, que es muy lícito, pero la carga se ha puesto sobre los vecinos.
¿Y la privatización de Torremolinos TV?
–Creo que se ha hecho de forma atropellada. No se nos avisa hasta el 1 de septiembre, cuando a finales de julio se trabajaba en el Plan. Se ha hecho con poco o ningún criterio. Después de lo que se hizo con el Palacio de Congresos, despidos… Creo que se tiene pensado qué es lo que se quiere hacer y cualquier empresa que quiera incorporarse, inyectar capital, recursos humanos y hacerse cargo de la gestión de la TV, va a querer acomodar los costes de la realización, producción de programas, a costes empresariales. Tienen que disminuir gastos en la televisión y mucho me temo que puede derivar en recortes de personal. El tiempo dará y quitará las razones. Si se pudiese recortar, ya se habría hecho en otro momento, ¿no? ¿Cómo va a venir el ahorro? ¿Cómo le va a interesar a una empresa hacerlo? Blanco y en botella.
Conocimos la semana pasada la noticia del impago a la autora del cartel de la Feria de San Miguel. ¿Qué opina?
–Daniela, con bastante educación, había hecho un llamamiento en redes sociales y ha sido bloqueada por el alcalde. Como muestra un botón. Yo creo que esta es la imagen que proyectamos. Se anuncia a bombo y platillo, una chica de Torremolinos, joven, con grandes habilidades artísticas, ha ganado un premio… Lo peor de todo esto es el silencio. Se podría haber llamado a la chica y explicarle que hay un problema de tesorería, un problema administrativo, y en este plazo vamos a solventarlo y te vamos a pagar, pidiendo disculpas. Las cosas se perdonan, se olvidan y no pasa nada. Pero el problema es el desprecio permanente.
¿Qué considera, hasta ahora, que es lo peor de la gestión del PSOE y Adelante?
–Creo que lo peor es proyectar una imagen de un ayuntamiento o de un municipio que con tantas cosas buenas que tiene, se queda atrás. Se ha llevado una forma muy torpe el conflicto laboral, que se ha dejado que se enquiste de forma laboral, no quiero ni hablar del tema de la composición municipal, de los sueldos, sillones, del transfuguismo (es cuando uno se va de un partido político para cambiar la voluntad del grupo político por el que ha sido elegido) y en Torremolinos hay un ejemplo de libro. Esta imagen de Torremolinos de venganza, de ‘navajeo’, de filtración de información para hacer daño al adversario político. No lo ves en otro municipio. Tengo compañeros que me dicen que estas cosas no se ven otro sitio. Hay personajes sin atadura moral, que son capaces de hacer cualquier cosa y eso proyecta una imagen del municipio, que es lo peor. Muchas de esas cosas se han hecho porque el equipo de gobierno no ha sido capaz de frenarlas. Yo, desde luego, siempre he tenido un comportamiento leal, he ayudado al equipo de gobierno en todo lo que me han pedido de otras administraciones, algo que no pueden negar porque hay demasiados testigos como para poder hacerlo y solo se me ha devuelto deslealtad. Por Torremolinos no me van a cambiar. El ponerse en manos de personas que no quieren que a Torremolinos le vaya bien, que lo que quieren son venganzas políticas, desde luego, son malos compañeros de camino. Falta de servicio, conflictos laborales, edificios municipales sin luz, falta de moral, es como un tren a toda velocidad en el que no hay conductor, y puede descarrilar.
Se ha hecho una reestructuración de la Policía Local, da igual, las cosas hay que liderarlas. Esas cosas pueden pasar en cualquier municipio, pero el cómo reaccionas es lo que te separa del resto. El negarlo, no poner medios, hacer que miras para otro lado, el que tengas a la semana siguiente otro caso, vecinos que tienen que estar en redes sociales para denunciar. Un empresario se puede equivocar, un alcalde o alcaldesa puede vivir esto en su municipio, es decir, esto que hemos visto en verano puede pasar en cualquier sitio, pero la reacción y la gestión de la crisis dice mucho de ti. Cómo emplees los medios personales y económicos dice mucho de ti. Todavía estoy esperando muchas reacciones. Las que han llegado, han llegado tarde y mal.
¿Volverá a brillar Torremolinos como lo hizo en los años 50 y 60?
–Esto es absolutamente recuperable. Hay muchas personas interesadas en hacerlo y que saben cómo alcanzarlo, que lo buscan. Los políticos tenemos que tener claro por dónde van las cosas y hay que escuchar a la gente que sabe. También hay gente de fuera que quiere mucho a Torremolinos. Son cosas que se pueden hacer. El haber estado en instituciones supramunicipales me hace creer ello. Somos un gran producto que le ha dado una gran imagen a la Costa del sol. Aunque haya perdido un poco este brillo, solo hay que trabajar un poquito para sacárselo. La gente de Torremolinos está deseando volver a estar orgullosa de lo que se hace en su municipio. Es solo cuestión de querer hacerlo, dejarse asesorar y escuchar, tener un buen equipo. No es difícil, pero hay que dedicarle muchas horas y mucho trabajo.