Se ha publicado recientemente la lista de la agencia Forbes donde aparecen las personas más ricas del mundo. Una vez al año el público recibe una bofetada de realidad enmascarada con la liturgia de respetabilidad, porque evidentemente nadie espera que todas esas personas multimillonarias sean delincuentes. ¿O no?
Más de una persona se hace la pregunta de si es posible, en una larga o cortísima e incluso inexistente vida laboral, amasar tamañas fortunas. Y por más que se lo pregunten, buscando en su imaginación fórmulas para ello, la única posibilidad que les queda es, pensando bien, en la intervención de la suerte: Una suerte inmensa, extraordinariamente enorme, que permita a una sola persona adquirir en propiedad la desorbitada acumulación de plusvalía de millones de seres humanos que suponen esas descomunales fortunas.
Pero por más que se estudie y se investigue, salvo algún que otro pequeño premio en algún sorteo, no se encontrará nada que permita concretar el origen oscuro de tantos cientos o miles de millones de euros. ¡Ah! Hay dos denominadores comunes: a) La herencia recibida de antecesores, que frecuentemente a su vez heredaron de otras personas ricas. b) Extraordinarias y buenísimas ventas de inmuebles, empresas, activos financieros, que fueron adquiridos a bajísimos precios y vendidas a precios astronómicos. Si ambas variables se cruzan es posible desvelar el origen de muchísimas de estas grandes fortunas.
Cuando se analizan estos orígenes cabe preguntarse por quienes fueron desposeídos de sus patrimonios para generar esas grandes fortunas. Por ejemplo si se compra un inmueble a bajo costo y después se vende a un alto precio, quien vendió primero perdió patrimonio. Quienes venden sus acciones a bajo costo, a quien las compra para venderlas por mucho más valor, han perdido patrimonio. Esta simple reflexión permite concluir que cada gran fortuna de una persona requiere de enormes cantidades de pérdidas de decenas de miles. ¿Y eso es meritorio? Porque este tipo de personas ricas generan en buena parte de las audiencias de los medios cierta envidia, e incluso reconocimientos por “grandes personas”. “triunfadoras”.
Este mecanismo diabólico se mantiene cada año, de forma que sólo en España las 100 personas más ricas, son más aún que el año pasado en 1500 millones de euros. Si se le da la vuelta, para que 100 personas sean más ricas decenas de miles o centenares de miles de personas se han hecho más pobres. Porque dicen que el dinero no se crea, solo pasa de mano en mano. El informe Forbes establece el record mundial de ricos en 2.200 multimillonarios, en 72 países, que juntos suman la friolera de 7,3 billones (millones de millones) de euros, y que esto supone una acumulación un 18% mayor que el año pasado. Sólo el primer rico del ranking posee la friolera de más de 90 mil millones. ¿Qué cómo lo ha hecho? Trabajando seguro que no, so pena que alguien piense que existe el trabajo de ¡ladrón!