Después de mucho darles largas y largas, se ha producido el conclave del gobierno central con las comunidades autónomas, para ver qué hacer con la vuelta al cole. Nadie se ha encargado de poner de acuerdo, de coordinar, la tan certera y cercana vuelta al colegio e institutos de los millones de infantes y jóvenes que tiene este país.
Nadie ha previsto y, sobre todo, nadie ha provisto, de recursos humanos y materiales para prevenir contagios. Porque era y es evidente que el virus está “entre nosotros” y que también se instalará en los centros educativos.
Ahora salen con un acuerdo casi total, excepto país vasco, en que mejor concretar qué hacer cuando haya contagios que en establecer sistemas que aumenten la seguridad en la salud de las personas en los espacios educativos. Y para más “inri” un “experto” de un centro epidemiológico !que ya está bien!, va y publicita la diabólica fórmula de que no existe el “riesgo 0”. Y le han tomado la palabra la Sra. Ministra de Educación, Isabel Celaá, que ha mandado un mensaje de “intranquilidad” este jueves a las familias, asegurando dos cosas contradictorias: “llevar al colegio a los hijos es «seguro», a pesar de que no haya riesgo cero”. También se ha sumado a la moda del “riesgo cero no existe” el ínclito Imbroda, Consejero de Educación andaluza, afirmando “El riesgo cero con el coronavirus no existe pero se han puesto todas las medidas”, aunque más que opinar miente como un bellaco, ya que eso de que se han puesto “todas las medidas”, que ¡venga dios y lo vea! Tanto el experto como estos irresponsables políticos mucho han tenido que estudiar y pensar para hacer tan complejas afirmaciones. El delito, no está en manifestar una perogrullada, el pecado es hacerlo al mismo tiempo que todos los gobiernos, de esta fragmentada España, han asumido que más que prepararse para evitar los contagios, mejor es prepararse para cerrar centros cuando se produzcan. Dando por sentado y trasladando a todas las familias la confirmación de que por H o por B (estamos en las escuelas) su hija o hijo se va a contagiar y de paso contagiará a todo familiar que se le arrime. Si en el seno de las familias, en la relativa seguridad de sus hogares, se ha venido lidiando con no contagiarse, ahora cada pequeño retoño se ha convertido en un “vector” de contagio más que asegurado. Porque ¡vaya Vd. a saber! con cuantas personas infectadas se junta en el cole. Y hoy más que nunca.
La declaración de ayer de todos los gobiernos, central y autonómicos, es la evidencia de que, desde el minuto uno del mes de julio, ya tenían claro que nada harían para salvaguardar la salud en el sistema educativo. Porque todo ha girado sobre cómo gastar el menor dinero posible en educación de forma que garantizado el contagio sólo hay que ponerse de acuerdo en el protocolo para cerrar los centros educativos, porque seguro que se producirán.
Rafael Fenoy Rico