El Jerez convierte la mesa en una fiesta para los sentidos

Publicado: 23/12/2019
Más allá de ser un vino para el aperitivo, los jereces son la mejor compañía de primeros y segundos platos, e incluso, los postres
Para los que todavía no tuvieran claro que una copa de los vinos del Marco de Jerez en cualquier fase de una comida incrementa la experiencia gastronómica a nieveles insuperables, le proponemos que coincidiendo con los almuerzos y cenas de estas fiestas prueben a acompañarlos de algunos de ellos como fórmula segura para potenciar o contrastar muchos platos propios de estas fechas tan especiales.

El Consejo Regulador de Vinos de Jerez y Manzanilla invita a degustarlos en copa (siempre de cristal fino) o incluyéndolos en las propias recetas a las que aportarán un toque distintivo.

Y es que la Navidad se presta a elaborar platos que maridan a la perfección con cualquiera tipología de vino de Jerez. Desde acompañar un fino o manzanilla con mariscos, pescados, salazones y embutidos hasta degustar un Pedro Ximénez acompañado de quesos como el Cabrales o helados, pasando por un Amontillado perfecto para maridar con asados o pescados azules.

En este sentido, destacar la variedad y versatilidad de la decena de tipologías que los vinos de Jerez presentan a la hora de combinarlos con infinidad de productos y recetas propios de la cocina tradicional y otras de corte vanguardista, así como a la hora de maridar platos de otras culturas gastronómicas.

En la relación de sugerencias aquí propuestas faltarían, entre algunos otros, el palo cortado y el medium. A grosso modo, podrían asimilarse al oloroso y al cream, respectivamente.

Decir además que, por tratarse de una simple guía de iniciación, hemos querido pecar por defecto a la hora de aventurarnos con maridajes más osados, que, dicho sea de paso, los jereces también los admiten con grandes resultados.

Por último, expresar el deseo de que estas fiestas se conviertan en la excusa perfecta para disfrutar de un menú especial acompañado de un vino de Jerez y que éste permanezca durante el resto del año en nuestras mesas.

FINO Y MANZANILLA

Ambos, ligeros y secos, aunque llenos de matices, son perfectos compañeros de pescados y mariscos, jamón ibérico y todo tipo de salazones tan frecuentes en las mesas navideñas de estos días.  Por su frescura e intensidad, se adaptan tanto al momento del aperitivo como a la mesa, donde ofrecidos en copas altas con las que disfrutar de todos sus aromas constituyen la mejor forma de ir abriendo boca para otras fases del almuerzo o la cena.



AMONTILLADO

Este singular vino, fruto de la fusión de la crianza biológica y oxidativa, es capaz de combinar con una gran variedad de platos, que van de los ahumados a los especiados, pasando por los quesos curados, las carnes blancas y el pescado azul. Su exquisita complejidad le convierten en el mejor complemento de platos tan difíciles de maridar para otros vinos como los elaborados con alcachofas (o alcauciles) o a la hora de disfrutar de una sopa o un consomé.



OLOROSO

Su intenso sabor y su complejidad aromática le convierten en el jerez más indicado para disfrutar de platos contundentes como los estofados de cualquier tipo de carne, sea ternera, cerdo, cordero o aves bien aderezadas. Y es que su gran sequedad le convierten en un vino ideal para limpiar el paladar a la hora de deleitarnos con platos de sabores intensos. En este sentido, añadir que los quesos curados se llevan de maravilla con el Oloroso.



CREAM

Con este vino de equilibrado dulzor elaborado a partir del Oloroso con un aporte proporcional de Pedro Ximénez y servido ligeramente frío, llegamos a los postres. Desde los tradicionales dulces navideños, incluidos los turrones, a la ensalada de frutas, pasando por los quesos menos curados y los frutos secos combinan con este Oloroso Dulce goloso y aterciopelado.  Incluso podemos disfrutar de él en la sobremesa como sustituto de muchos tragos largos servido con hielo y una rodaja de naranja.

 



 

PEDRO XIMÉNEZ

Los más golosos encuentran en la extraordinaria concentración de azúcar del Pedro Ximénez, vino elaborado a partir de la uva del mismo nombre pasificada al sol, el final redondo a cualquier comida navideña. De hecho, para muchos, este jerez dulce por excelencia es un postre en sí mismo. Quesos azules como el Cabrales o el Roquefort y helados de vainilla o turrón son algunas de las propuestas de combinación. Desde aquí le proponemos además acompañarlo de chocolate negro.



 

COPAS Y TEMPERATURAS

El tipo de copa y la temperatura de servicio puede determinar el éxito a la hora disfrutar de los jereces en la mesa. Desterremos el clásico catavino al hacerlos aterrizar sobre los manteles, en favor de una copa de tallo largo y mayor embocadura con la que no interferir en su temperatura y poder a disfrutar de todos sus aromas. En cuanto a las temperaturas, si servimos en torno a los 8º los finos y las manzanillas y sobre los 12º el resto podremos apreciarlos casi en todo su esplendor. 

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