Zapatero obvia la primera petición de Griñán al frente del PSOE-A

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acudía ayer a respaldar a José Antonio Griñán como nuevo secretario general del PSOE-A pero obvió la primera petición que le hizo al frente del partido en Andalucía: pasó por alto la deuda histórica, que Griñán le había pedido que saldara en su fecha, el 20 de marzo.

Griñán mezcló ayer en su comparecencia ante el plenario, respaldado no sólo por la abrumadora mayoría que le había votado el día anterior sino por el 97,3% que había conseguido su nueva Ejecutiva regional, sus dos funciones, la de presidente de la Junta y la de secretario general del PSOE-A. De hecho, hubo momentos en los que su discurso recordó más a cuando era consejero de Economía y Hacienda, el mismo tono.

Como presidente del PSOE-A y de la Junta de Andalucía, no quiso desaprovechar la ocasión para recordarle al jefe del Ejecutivo central el papel de Andalucía, aunque admitiendo que desde que llegó a La Moncloa ha devuelto a la región “muchas cosas” que “nos quitó y nos negó” el PP, refiriéndose al sistema de financiación o a los fondos europeos que no llegaban a la comunidad.

Pero queda algo pendiente, la deuda histórica, esa que estaría liquidada cuando haya un acuerdo en la tasación de los solares y activos que el Estado ofreció y que no alcanzan los 784 millones que todavía quedan por abonar.

“El sur está contigo, siempre ha estado contigo y seguirá estando contigo”, le apuntaba Griñán a Rodríguez Zapatero para recordarle: “Sé que te vas a preocupar de conseguir lo que cumple el 20 de marzo”, que no es otra cosa que la deuda histórica.

Pero Rodríguez Zapatero subió a la tribuna y, de deuda histórica, nada. Ni siquiera para decir lo que hasta el hartazgo nos dicen a los periodistas: “seguimos trabajando”. Ni eso.

El nuevo secretario general de los socialistas andaluces buscó el hueco para hacerle pública a Rodríguez Zapatero esta petición, y lo hizo en medio de un discurso denso por contenido y continente, muy económico, mucho menos mitinero que el que ofreció el día anterior. Había comenzado a ponerle los deberes a su nueva Ejecutiva y a los militantes, después de que éstos le hayan dado a él y su equipo un abrumador pero sereno respaldo, sin fisuras, porque la “anécdota” del Congreso, la renuncia de González Cabaña, se quedó en eso para la oficialidad del partido.

Economía de la igualdad

Superado el obstáculo de la legitimidad para pedir al partido, Griñán defendió la necesidad de que la igualdad social se convierta en un concepto económico, la economía de la igualdad, convertir el trabajo en el centro del nuevo modelo productivo, la inteligencia y la capacidad como eje del crecimiento. Y que todos tengan las mismas oportunidades.

Ese es el camino diferente que señalaba Griñán para su partido. “Cuento con un partido que siempre encontró respuestas” les decía para convencerle de que las desigualdades son, al fin y al cabo, una “ineficiencia económica” y la única “arma estratégica” es la economía de la igualdad, que rompa los obstáculos para que todos tengan oportunidades, algo que, apuntó, se conseguirá con el modelo de la Andalucía Sostenible.

Para el nuevo líder del PSOE andaluz, la economía de la igualdad no es igualitarismo, ni coacción, ni imposiciones, ni límites. Es hacer “políticas activas de hacer y no sólo de dar, ayudar a los que están dispuestos a ayudarse” y eso sólo se consigue con la Educación, la “pieza clave” para el futuro de Andalucía, reto que destinó a la consejera Mar Moreno y a Araceli Carrillo, la nueva secretaria de Educación y Universidad del partido.

Incidió en el mensaje de que es la hora, no sólo de los derechos, que seguirán, sino también de las responsabilidades y las obligaciones, “hay que socializar los beneficios, que parte del éxito se devuelva a la sociedad”, apuntaba.

Y les echó flores a los autónomos, que sólo tienen su ilusión, su atrevimiento, su trabajo y capacidad para asumir riesgos. E incidió en la importancia de la innovación, en cualquier ámbito: “vamos a sacar a la ciencia el procesión para que llueva innovación”, decía. Y defendía que los agricultores reciban las retribuciones que les corresponden, porque “los buenos agricultores no piden subvenciones, sino precios justos”, mención que provocó el aplauso de los presentes.

Griñán los quiere a todos a su lado para sacar a Andalucía de la crisis y en las mejores condiciones, sobre todo a los trabajadores “que sostienen a esta tierra” , a los mayores y a su experiencia, a los que participan y trabajan de vez en cuando por el interés general, y, sobre todo a los parados. “No tengo otro empeño que ganar el futuro para ellos”

El camino es difícil, decía, “pero les ofrezco un proyecto de confianza y valores. Un proyecto para Andalucía. Un proyecto de ilusión y de trabajo. Si queremos, podemos”, terminaba con un sonoro aplauso de respuesta por parte del plenario.

Nuevas mayorías

Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pedía a los socialistas andaluces “confianza plena” en su nuevo secretario general y su proyecto político y económico del “cambio”, del que ha vaticinado que producirá “nuevas mayorías” electorales.

Subrayaba Zapatero ha subrayado que este cónclave “no es un congreso más” por el cambio de liderazgo que ha conllevado y por las “circunstancias históricas” del país, y, sin olvidar a Manuel Chaves, les dio la “enhorabuena” a los delegados socialistas por apoyar a Griñán, del que ha resaltado que representa un proyecto “de futuro, de modernidad, de confianza, de igualdad social y de representación democrática”.

Después de afirmar que “Andalucía siempre ha sido el principal baluarte del PSOE”, el presidente calificó el congreso como “de unidad éxito, de gran acierto y de responsabilidad” por elegir a Griñán -¡qué diferencia si miramos al PP y a quien tiene al frente!, decía, mientras señalaba que la nueva Ejecutiva andaluza será “fácil de coordinar” porque representa a una generación que “ha transformado” la comunidad.

El presidente reconocía que en Andalucía la “principal preocupación” es el paro y les pedía a los socialistas que sean “sinceros” con los ciudadanos y digan que se empezará en “unos meses” a crear empleo “poco a poco” y que más tarde se hará a un “fuerte ritmo”.

La clausura del Congreso extraordinario, al que acudieron cuatro presidentes autonómicos (del País Vasco, Patxi López; Extremadura, Guillermo Fernández Vara; Castilla La Mancha, José María Barreda; y Asturias, Vicente Álvarez Areces) y tres ministros (Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, de Igualdad, Bibiana Aído, y de Fomento, José Blanco) finalizó con el Himno andaluz pero con aires de flamenco, muy aplaudida por el plenario.

Arenas ve al congreso al servicio del ego y Valderas, nada nuevo bajo el sol

El presidente del PP-A, Javier Arenas, consideró ayer que el congreso del PSOE-A “está hecho al servicio del ego, del egoísmo de algunos de sus dirigentes y del pasado”.

Durante su intervención en el acto ‘Jóvenes por el cambio’, organizado por Nuevas Generaciones, Arenas lamentó que durante la primera jornada del congreso no se recogiera “ninguna propuesta para Andalucía”, y señaló que este encuentro concita “a la Andalucía oficial, cerrada y bloqueada por el reparto de cargos”.

Además destacó la “originalidad” de Griñán al manifestar, en una entrevista a un bloguero que acababa de asumir una responsabilidad que no sabía si iba a poder aguantar. “Si no aguanta, aquí estamos nosotros”, expresó Arenas.

Por su parte, el coordinador regional de IU, Diego Valderas, definió el cónclave como un “congreso espectáculo” donde “no se plantea nada nuevo bajo el sol” y donde el nuevo secretario general del PSOE-A “tiene poca capacidad de cambio y de maniobra, no es capaz de producir ese cambio y supone un cero a la izquierda”.