Mientras, Ariza continúa con su ritmo de trabajo habitual y no se plantea por el momento abandonar la Alcaldía barreña. Así, a las 8.00 horas de hoy lunes la alcaldesa ha fijado una reunión de trabajo en la que abordar asuntos relacionados con la junta de Gobierno.
Sin embargo, el PSOE parece decidido a presionar a la primera edil y lograr su dimisión toda vez que un nuevo pacto de mínimos que reconduzca la situación con los siete ediles críticos parece del todo imposible.
El último ejemplo de las desavenencias internas entre la alcaldesa socialista y su partido tuvieron lugar en la pasada Feria, cuando Ariza no asistió a la copa del PSOE alegando motivos de agenda. La regidora subraya que “tenía otros compromisos anteriores y por la prensa se puede comprobar que asistí a ellos. El que quiera buscar polémica, que las busque pero ésto no nos ayuda a avanzar a nada. Nosotros seguimos trabajando y hay quien está asentado en la polémica”. Sea como fuere, fuentes del PSOE barreño confirmaron que ese nuevo desplante ha sentado mal dentro de las filas socialistas.
Sin duda la cuestión que ha minado con más fuerza la credibilidad de la alcaldesa ha sido los continuos retrasos a la hora de hacer frente a los pagos de las nóminas de los empleados municipales.
Si bien los trabajadores de la radiotelevisión barreña, los últimos que faltaban por cobrar, recibieron el pasado viernes el ingreso del 50% restante de su salario así como los retrasos que también se les adeudaban, los sindicatos deberán refrendar hoy el final de las concentraciones a las puertas del Consistorio.
Mientras, Ariza indica que “estamos trabajando para que no se repitan estos problemas”.