Buscar un piso de alquiler en Jerez se ha convertido en un “verdadero problema” para familias e incluso trabajadores temporales que vienen a la ciudad u otro punto de la provincia a trabajar. A punto de cerrar el año, los precios han subido hasta diciembre entre un 15 y un 20 por ciento, en función de la tipología de viviendas y la zona. Como consecuencia, “viviendas que estaban alquiladas en 400 euros, ahora se firman en 600 y las de 800 en 1.000 euros”, apunta a VIVA JEREZ el gerente de MisterCasa, Francisco Escot.
La gran demanda llega “de todo tipo de viviendas”, no únicamente una que se ajuste a unos requisitos específicos, llega por varios cauces: para nuevas familias, por cambio de vivienda, por emancipación, por separaciones e incluso por razones de trabajo, lo que supone verdaderos quebraderos de cabeza para las empresas. De hecho, como advierte Escot, en la actualidad “hay varias empresas grandes, no solo de Jerez sino de la provincia buscando desesperadamente viviendas para sus trabajadores por tiempos de contratos. Por ejemplo, hasta Navantia está en ello aquí en Jerez”.
No hay que olvidar que el precio del alquiler en Jerez es más económico que en ciudades del entorno y mucho más si es de larga duración, pues las ciudades de costa en verano se alquilan por temporadas cortas y mucho más caras. Además, también se está dando “una situación nueva”, como apunta Escot, que ya existe en otras ciudades y es el alquiler por habitaciones o los también llamados alquileres compartidos, atribuidos tradicionalmente a los estudiantes y que ahora salen de este colectivo. De esta forma, el inquilino paga más que en un piso tradicional y el propietario obtiene mayor rentabilidad. Eso sí, la nueva Ley de la Vivienda ha traído más incertidumbre jurídica para los dueños de los inmuebles y algunos prefieren pensárselo dos veces antes que alquilar.
Ante este contexto, Escot avisa de que las perspectivas para 2024 “no son nada halagüeñas” para los posibles inquilinos, dado que la oferta no parece que vaya a aumentar mientras la demanda sigue cuesta arriba, con lo que los precios pueden subir incluso en algunos casos considerablemente.