Afortunadamente todo quedó en un susto, pero el temor a que el humo fuera a más hizo que algunos comensales optaran por marcharse y no llegar al postre siquiera.
Ocurrió en el restaurante Chicuelo, en la calle San Pablo, en pleno centro, el pasado domigo cuando un cuadro eléctrico salió ardiendo.
El suceso se produjo sobre las cuatro y media de la tarde, y con el establecimiento lleno de comensales que se encontraban terminando de almorzar. Fue el olor a quemado lo que puso en alerta a algunas mesas que estaban más cerca de la zona afectada, justo a la entrada del local, mientras que las ubicadas en el patio u otras estancias más alejadas pràcticamente no llegaron a percatarse.
Afortunadamente no se han producido daños personales y no fue necesaria la presencia de los bomberos. El propio personal cogió el extintor y apagó las pequeñas llamas que salían del cuadro eléctrico, manteniendo la calma en todo momento.