La alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, ha defendido este miércoles al rey Melchor, encarnado por el bordador Fernando Calderón, después de que Marea Violeta, primero, y luego la Confluencia, le recriminaran su discurso “antiabortista” durante su intervención en el acto de adoración del pasado viernes al término de la Cabalgata de Reyes delante de los niños y niñas de Jerez. Unas manifestaciones que la coalición llevará al próximo Pleno.
“Es una polémica que han montado a quienes les interesa montar polémica; para nosotros no existe polémica alguna”, ha dicho tajante García-Pelayo en declaraciones a 7TV Jerez. La regidora del PP considera que “hay que respetar lo que cada uno piensa” y tiene claro que por parte del Gobierno local “tenemos que respetar, por supuesto, que hay libertad de pensamiento y que cada uno traslade lo que considere oportuno”.
Para la máxima autoridad local, detrás de esta controversia “hay un empeño de generar polémica en torno a una navidad que ha sido un éxito para Jerez”. “Hay gente que no aguanta que a Jerez le vaya bien, hay gente que no aguanta que el Gobierno municipal puede hacer bien las cosas y como les mosquea que se hagan bien las cosa pues tiene que generar polémicas artificiales”, ha reiterado.
Por ello, ha recordado que “no voy a gobernar peleándome con nadie” y “voy a respetar lo que piense todo el mundo”. Eso sí, ha pedido “que respeten también lo que yo pienso, que yo tengo mis principios y son perfectamente conocidos” y “que no líen”, instándoles a “ponerse a trabajar y dejar de generar polémicas artificiales. Los fuegos artificiales ya los tuvimos en fin de año. Que dejen ya el turrón y se pongan a trabajar”, ha concluido.
La confluencia ha anunciado este miércoles que pedirá al Pleno y a la Asociación de Reyes que reprueben a Calderón por sus manifestaciones. En concreto se refieren al momento en el que el Rey Melchor recordó a “a todos aquellos niños que por el egoísmo humano nunca conocerán la cara de sus padres, ni las de sus abuelos y nunca nos escribirán una carta contándonos sus sueños”. Y pedía tener en cuenta a aquellos “niños y niñas que nunca llegaron a nacer”.
