“El calendario es orientativo, pero los objetivos no, y los objetivos los vamos a cumplir porque no podemos permitirnos que una vez que nos vayamos de Afganistán vuelva a ser un país que exporte odio y terror; por eso tenemos que acabar la tarea para la que venimos”, afirmó Rubalcaba al dirigirse a las tropas en su visita relámpago de unas siete horas, primero a la base de Herat y después a la de Qala-i-Naw.
En este último punto, en la nueva base de Ruy González de Clavijo, el vicepresidente, acompañado por la plana mayor del Ministerio del Interior, recordó las palabras del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de que “no hemos venido para quedarnos”.
Con Zapatero, según comentó, habló el sábado antes de partir a Afganistán, en una visita que se ha mantenido hasta el último momento en secreto por motivos de seguridad, y le dijo que iba a comprobar “lo buenos” que eran los españoles que están allí, lo que dijo ha podido comprobar.
Rubalcaba quiso dejar claro que “tenemos que acabar la tarea para la que venimos” y que se están poniendo las bases para que ésta “sea estable”, de ahí que las tropas españolas estén haciendo un esfuerzo para formar a la policía afgana y estén construyendo hospitales, como el provincial, al que visitó, o se estén levantando escuelas.
Se está preparando Afganistán para que cuando nos vayamos, dijo Rubalcaba, “nunca vuelva a ser como era”.
El responsable de las fuerzas de seguridad ensalzó el trabajo de los militares, comprometidos por la libertad y los derechos humanos en la misión, dijo, “más importante y difícil”, a seis mil kilómetros de España, pero que nos afecta porque “la seguridad de Afganistán también es la nuestra”.