Según el colectivo, “el fuerte incremento y el desarrollo de colonias de cría de cormorán está bien documentado en muchos países europeos. En cambio, no existe suficiente información acerca de la situación real de la invernada y la migración de la población del cormorán grande en Europa. En enero de 2003 fue organizado el primer censo invernal Pan-Europeo de Cormorán, en el que se estimó casi 676.000 cormoranes. El grupo occidental, en el que nos encontramos, fue el más numeroso, con 346.500 aves. Ahora, el debate acerca de los números aparece de nuevo, por lo que es necesario hacer un nuevo conteo con el fin de conocer la situación actual”.
GOES comenta que “el objetivo del censo es obtener una imagen real sobre el tamaño de la población y la distribución de los cormoranes en Europa, lo más completa posible. El plan es hacer un censo simultáneo en todos los países de Europa y el Norte de África para contar el mayor número de dormideros (interiores y costeros) de cormoranes como sea posible”.
“En contraste con el censo internacional de aves acuáticas que tienen lugar durante el día, el censo de cormoranes tiene que ser hecho mediante el seguimiento de los dormideros al final de la tarde. Lo ideal es realizarlo al final del día, alrededor de dos horas antes del anochecer o al amanecer. Para evitar el doble conteo, las aves no serán contadas durante el día cuando forman grupos para alimentarse o en sus posaderos, ya que son animales con alta movilidad que recorren grandes distancias entre los dormideros y su lugares de alimentación superiores incluso a 40 kilómetros” dice la entidad.