Después de 53 días de huelga, los trabajadores de cafetería del aeropuerto de San Pablo -ahora encerrados en la Catedral hispalense desde el pasado jueves- aún no han cerrado definitivamente ningún acuerdo salarial y económico con la concesionaria del grupo Abades -empresa que gestiona estas cafeterías- y, lejos de que las negociaciones estén encauzadas, éstas se presentan más enquistadas que nunca debido a la “actitud nefasta” y “falta de voluntad negociadora” de la empresa, según ha señalado a Viva Sevilla la presidenta del comité de empresa, Isabel Garrucho.
Así, y después de que en la última reunión mantenida en el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales (Sercla) los representantes de la empresa se levantaran de la mesa de negociación sin llegar a un acuerdo y sin querer readmitir al trabajador despedido, la plantilla se ha hecho fuerte en la Catedral, de donde dicen que no se moverán hasta que Abades acepte la vuelta al trabajo de su compañero.
“Teníamos el acuerdo económico cerrado a falta de la firma y cuando les pedimos la readmisión de nuestro compañero se negaron y no se firmó nada. Han faltado a su palabra”, indicó Isabel Garrucho a esta publicación, después de explicar que el Grupo Abades les hizo ceder en el acuerdo económico -la plantilla ha aceptado una bajada de sueldo del 10%- para después despedir a un trabajador al que “han utilizado como moneda de cambio”.
“El problema económico en sí ya no existe ya que hemos conseguido que se nos paguen los atrasos -prorrateados y en cinco años-, de lograr que la reducción en nuestras retribuciones pase del 20 al 10% y que se salten a la torera el convenio. Nosotros nos mantenemos en el acuerdo económico, ahora les toca a ellos cumplir con su palabra y readmitir a nuestro compañero, que fue injustamente despedido”, señaló Garrucho.
Desde que 50 de los 74 trabajadores afectados de la plantilla decidieran encerrarse en la Catedral en señal de protesta, el trabajador despedido en el transcurso de la negociación con Abades inició una huelga de hambre.
Ya lleva cinco días a base de suero, pero su iniciativa no ha despertado ninguna reacción del grupo Abades, que ya señaló que no lo readmite porque la huelga ha generado muchas pérdidas en la empresa, además de que su despido nada tiene que ver con el conflicto actual.
Ante esto, los trabajadores están a la espera de que la empresa les “traslade alguna propuesta por escrito” para que la “puedan estudiar”.
Chamizo se ofrece como mediador en el conflicto
El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, pidió ayer al Grupo Abades que realice un “esfuerzo” para que se resuelva el conflicto que le enfrenta con los trabajadores de las cafeterías del aeropuerto San Pablo, al tiempo que ofreció su mediación con ese fin.
Chamizo, en una visita que realizó ayer a los trabajadores encerrados en la Catedral, trasladó “su apoyo” a la plantilla, al tiempo que tachó de “inaguantable” la situación por lo que ha remitido un escrito a la empresa para que ésta cambie su actitud.
El apoyo de Chamizo es el último recibido por los trabajadores, que esperan reunirse hoy con la delegada territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta, Aurora Cosano, y la visita del viceconsejero andaluz de Turismo, Antonio Jesús Roldán, y de la delegada de Fomento, Granada Santos.