Por calidad y por garantía. La implantación de las botellas de aceite con tapón irrellenable es una realidad en el 100% de los establecimientos hosteleros de la capital.
Los restaurantes fueron los primeros en cumplir la nueva normativa, por la que se regula el consumo de aceite de oliva en lugares públicos sin manipulación, garantizando higiene y calidad para el cliente.
Los más tardíos fueron las cafeterías y los bares, donde han agotado sus existencias y en los que desde el 1 de marzo ya ofrecen el nuevo envase para que los clientes se sirvan aceite de oliva.
Los hosteleros apuestan por el aceite de oliva virgen extra en botellas de medio litro etiquetadas. Mayoritariamente son en envase de plástico y el tapón es variado, según la marca o denominación de origen.
La obertura del tapón irrellanable está ocasionando problemas a la hora de servirse el aceite en las tostadas para el desayuno, por lo que los hosteleros plantean cambios de botellas en los próximos días para evitar derrames ante la cantidad de aceite que permite suministrar, y garantizar así que el aceite no se desperdicia.
En cuanto a los precios, el presidente de la Asociación de Restaurantes, Bares y Cafeterías 'Asostel', Gabriel Archilla, asegura que “no han subido”, y así lo confirman los hosteleros, que reconocen que están haciendo un esfuerzo para que el cambio de envases no repercuta en la factura del desayuno del consumidor. La media tostada cuesta entre los 70 y los 90 céntimos de euro y los hosteleros aseguran que desde el 1 de marzo no han subido los precios, salvo casos aislados, por consumirlas con aceite de oliva virgen extra en envase irrellenable.
Según los hosteleros consultados por VIVA JAÉN el encarecimiento por la implantación del nuevo envase ha sido de un euro más por litro de aceite de oliva virgen extra.
Los clientes se muestran encantados. Al coger la botella para servirse el aceite, aseguran que se paran en leer las calidades que ofrece el oro líquido. Los hosteleros confirman que “antes ya se ofrecía calidad”, pero que con la nueva medida el cliente se puede sentir más tranquilo por el tipo de aceite de oliva que va a consumir.
La implantación de la monodosis ha sido a un nivel menor por el encarecimiento que supone para los hosteleros.
