En una rueda de prensa Lugo se declaró “persona humana imperfecta, fruto de procesos históricos, perfil de mi cultura”.
Agregó que “asumiré con todas las responsabilidades presentes y futuras aquellas situaciones que me conciernen, no solo con la actitud de respeto a la justicia o la verdad, sino con la multiplicación de afecto y atención”.
Tras las dos nuevas denuncias de supuesta paternidad planteadas contra él y después de reconocer recientemente como hijo suyo a un niño de 2 años, señaló que “al pedir perdón reiteradamente asumo al mismo tiempo que soy el presidente que Paraguay eligió para promover un cambio sin retorno y ese cambio no se detendrá”.
Lugo, que asumió la Presidencia en agosto de 2008, insistió en que “de ninguna manera permitiré que estas circunstancias afecten en lo mínimo acciones de interés nacional, el ejercicio de los grandes planes y proyectos que marcan el paso de un Paraguay soñado por todos y todas”.
El gobernante se vio obligado a reconocer que tuvo una relación con la madre del niño, Viviana Carrillo, cuando aún era obispo de San Pedro.