Una investigación de la Guardia Civil ha permitido desarrollar una operación antiterrorista internacional para, a partir de la intervención de los servidores de DAESH en Panamá, desarticular parte del aparato de difusión de propaganda de esta organización yihadista, permitiendo identificar a miles de usuarios en 133 países.
Esta operación internacional merma "significativamente" las capacidades de la organización terrorista y va más allá de la mera interrupción de un servicio de difusión de contenidos, según ha explicado el Ministerio del Interior.
Del análisis de los dispositivos intervenidos se espera identificar a los individuos que gestionan la producción y difusión de propaganda de DAESH, así como a individuos potencialmente radicalizados que residen en países occidentales, configurando de este modo la operación antiterrorista internacional "más relevante de los últimos años".
Agentes de servicios antiterroristas de Francia, Rumanía, Bulgaria, Países Bajos y Estados Unidos, coordinados por la Unidad de Referencia de Internet (IRU) de la Agencia Europea de Policía (EUROPOL), han intervenido servidores informáticos ubicados en sus respectivos países que eran utilizados por DAESH para difundir contenidos.
La operación internacional ahora culminada fue iniciada por especialistas del Servicio de Información de la Guardia Civil a mediados de 2016 al detectar que numerosas personas investigadas en operaciones diferentes consumían propaganda de las diferentes plataformas mediáticas de DAESH, como la Agencia Al AMAQ o la radio Al Bayan.
La detención en 2017 en la Comunidad de Madrid de un individuo de origen marroquí por su implicación en actividades de radicalización y difusión de propaganda yihadista del grupo terrorista DAESH aportó la información necesaria para identificar el núcleo de la infraestructura en Internet, desde la que el citado grupo difundía su propaganda, a través de diferentes webs y redes sociales.
MÁS DE CIEN PÁGINAS IMPLICADAS
Según ha informado el Ministerio del Interior, la complejidad y trascendencia de la operación desarrollada por la Guardia Civil se pone de manifiesto tanto por la cifra de más de cien países implicados en la investigación, como por la dificultad técnica para extraer y analizar los datos contenidos en los servidores informáticos de DAESH.
"La pericia de los investigadores ha provocado la implicación de numerosos servicios antiterroristas tanto en Europa como en América, que con esta operación han inutilizado las principales redes de difusión de propaganda de DAESH", ha explicado Interior.
Para conseguir estos resultados, ha sido fundamental el papel de las autoridades policiales y judiciales de Panamá, que facilitaron la cumplimentación de una Comisión Rogatoria Internacional, junto con especialistas de la Guardia Civil desplazados a tal efecto.
SERVIDORES INTERVENIDOS EN PANAMÁ
El análisis de la "ingente información" contenida en los servidores intervenidos en Panamá ha permitido ayudar a numerosos servicios policiales extranjeros a estrechar el cerco a los administradores, pertenecientes a la estructura central de DAESH, así como a identificar a miles de usuarios ubicados en 133 países, que consumían este tipo de propaganda.
Esta operación ha supuesto la desarticulación de una parte importante del aparato de distribución mediática de DAESH y ha puesto de relieve la necesidad de mantener la cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo, sobre todo en Internet, su medio de comunicación predilecto, según insiste Interior.
El uso de la propaganda, a través de internet y de plataformas para dispositivos móviles, por parte de los diferentes grupos terroristas, constituye una de sus principales fortalezas tanto para la difusión de su ideario radical, como para la captación de nuevos adeptos y para publicitar sus acciones. Prueba de lo anterior son las numerosas productoras mediáticas que Al Qaeda o el DAESH han desarrollado para asegurarse un público tan numeroso como sea posible.
Tal y como se ha visto reflejado en las recientes acciones terroristas en Europa, a través de la propaganda yihadista, se capta, se adoctrina, se entrena y se señalan los objetivos que posteriormente son atacados tanto por actores solitarios como por células autónomas.
Ante la situación de pérdida de territorio y potencial material, humano y financiero que el grupo terrorista afronta sobre el terreno en Siria e Iraq, que agudiza sus carencias en el ámbito técnico, la intervención de los servidores supone un importante golpe a la infraestructura que hasta ahora ha permitido al grupo difundir sus mensajes y propaganda. Más aún en un momento donde la estrategia de DAESH en Occidente está volcada en la inducción de acciones terroristas autónomas.