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La tribuna de Viva Sevilla

Sierra Morena, ¿hábitat idóneo para los lobos?

Carles Vilà, investigador de la Estación Biológica de Doñana, analiza la situación derivada de la falta de lobos en Andalucía.

Sierra Morena representa el marco idóneo para la persistencia de una población viable de lobos. Hay una gran cantidad de ungulados silvestres, bosques mediterráneos bien conservados, baja densidad de población humana… pero no hay lobos. Aunque parece ser que a finales del siglo pasado existían varios grupos de lobos reproduciéndose cada año en varias zonas de Sierra Morena, el tamaño de esta población ha ido disminuyendo paulatinamente y ya hace varios años que no se constata la existencia de ningún grupo reproductor.

Al estudiar el genoma de uno de los últimos lobos de Sierra Morena, un animal que apareció atropellado en 2003, hemos podido constatar que la salud de esta población en aquellos momentos ya era crítica. Este genoma mostraba muy poca diversidad genética, como se puede esperar de una población pequeña que lleva mucho tiempo aislada. Esta baja diversidad implica una escasa capacidad para adaptarse a ambientes cambiantes e iba asociada también a una alta tasa de endogamia.

Este individuo mostraba un nivel de endogamia mayor del que se esperaría si se cruzasen hermano y hermana. Las consecuencias de un cruce así entre humanos son bien conocidas, llevando a la manifestación de problemas genéticos muy diversos. Lo mismo deberíamos esperar en un cruce entre lobos emparentados. Pero además, este lobo mostraba la presencia de muchos genes procedentes de perros. Uno de sus abuelos así como otros antepasados anteriores eran perros.

Aunque perros y lobos se suelen mantener bien separados en poblaciones grandes, la hibridación entre las dos especies se hace más frecuente cuando la población es pequeña, con perturbaciones en su estructura social y con dificultades para encontrar pareja. Dado que la población era muy pequeña en el momento en el que este individuo fue atropellado, creemos que la composición genética de este individuo puede representar la situación de toda la población.

Esta situación contrasta con la que se observa en los lobos del resto de Europa. Muchas poblaciones están creciendo y en las últimas décadas se han producido aumentos demográficos y expansiones en el área de distribución. Tanto es así que lobos de origen italiano han llegando repetidamente hasta Cataluña; se están estableciendo poblaciones en muchos países de centro Europa de donde habían desaparecido hace mucho tiempo; la población escandinava a pasado de estar prácticamente extinguida a sumar varios cientos de individuos, etc. Muchas de estas poblaciones se encuentran en regiones muy humanizadas, con grandes infraestructuras viarias y donde el conflicto con actividades humanas, como la ganadería, puede ser importante.

Pero en Sierra Morena los lobos han desaparecido… y si existe algún individuo, no es suficiente para pensar que existe una población viable. ¿Realmente Sierra Morena representa el marco idóneo para la persistencia de una población de lobos? Las características ecológicas no parecen ser el factor limitante para que así sea; probablemente la persecución directa es lo que ha llevado a la desaparición de los lobos. Quizás los factores que llevaron a la desaparición de los lobos de buena parte de Europa siguen actuando en Sierra Morena: caza furtiva, envenenamientos, persecución … El proyecto LIFE Lobo tiene como objetivo intentar promover el cambio de actitudes para facilitar la coexistencia entre hombre y lobo. Es muy difícil evaluar si se está consiguiendo este objetivo. La falta de lobos hace que el conflicto directo entre las dos especies sea inexistente en la actualidad y no se sabrá si realmente se ha cambiado la mentalidad de la población hasta que los lobos vuelvan a correr por la Sierra y pongan a prueba estos avances. Lo que sí que parece cierto es que mientras no vuelvan, un elemento fundamental para el buen funcionamiento de los ecosistemas andaluces seguirá faltando.

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