Con la nueva planta, la ciudad no se vería obligada a enviar todos los residuos que produce a Miramundo, sino que en Chiclana se realizaría una criba de los desechos y se recuperarían vidrios, madera, metales, cartones y plásticos. De esta manera, sólo tendría que trasladarse al vertedero un 10 por ciento de la basura generada, según las estimaciones municipales, lo que conllevaría un importante ahorro en el servicio.
El alcalde, José María Román, considera “prioritario avanzar en este proyecto, pues se trata del mejor camino para abaratar costes aún cuando no contásemos con fondos externos”. Es por ello que ha anunciado que se van a encargar los primeros estudios para elaborar el proyecto y el asunto se abordará en el próximo Consejo Local de Medio Ambiente.
En cuanto a la ubicación, de momento no hay ninguna cerrada, aunque todas las miradas apuntan a los terrenos donde se ubica el vertedero de La Victoria, que reúnen las condiciones idóneas para acoger una instalación de estas características.
La intención municipal es que la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía participe económicamente. A este respecto, el secretario general de la Delegación Provincial de Medio Ambiente, Juan Gervilla, adelantó este miércoles que “se trata de una iniciativa viable”, aunque “habrá que esperar a que esté el proyecto elaborado para buscar la forma de financiación”.