El presidente electo de EEUU, Barack Obama, nombró ayer al núcleo duro de su equipo económico que lidiará, dijo, con una crisis de “proporciones históricas” y que estará capitaneado por Tim Geithner, el próximo secretario del Tesoro.
“Las noticias de esta última semana, incluidas las de esta mañana (por ayer) sobre Citigroup, han dejado más claro todavía que afrontamos una crisis económica de proporciones históricas”, dijo Obama durante la rueda de prensa en Chicago en la que anunció a los responsables de su equipo económico.
Insistió en que la mayoría de expertos cree ahora que el país podría perder “millones de puestos de trabajo el próximo año” si no se actúa “con rapidez y de forma enérgica”.
El próximo inquilino de la Casa Blanca destacó que ha elegido a líderes con “criterio sensato e ideas frescas” para hacer frente a la titánica tarea que se avecina en un país que atraviesa por la peor crisis financiera de los últimos 80 años.
Solucionar esa crisis “no será fácil ni se logrará de un día para otro”, afirmó Obama, quien indicó que en esa atmósfera son necesarias “las mejores mentes” del país.
Al frente del esfuerzo estará Tim Geithner, presidente de la Reserva Federal de Nueva York, quien sustituirá a Henry Paulson en el Departamento del Tesoro.
Además, Obama pondrá a Lawrence Summers al frente del importante Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca, que se encarga de coordinar las políticas económicas del Gobierno a nivel nacional e internacional.
A ellos se sumará Christina Romer, una economista de la Universidad de California en Berkeley que será la directora del equipo de expertos económicos que asesora a la Casa Blanca, y Melody Barnes la directora del Consejo de Política Doméstica.
Obama indicó que entre los cometidos del equipo recién nombrado estará el de dar forma al paquete de estímulo económico, aunque no precisó una cifra concreta.“Será costoso”, se limitó a decir del paquete, que según distintos legisladores demócratas podría alcanzar los 700.000 millones de dólares en el plazo de dos años.
Insistió en que existe el consenso de que la aprobación del paquete es “crítica”.