Las inundaciones y deslizamientos de tierra provocados por las fuertes lluvias en el sur de Brasil han dejado 45 muertos y unos 22.000 damnificados, situación que ha obligado a los equipos de rescate a agilizar sus operaciones.
En el estado de Santa Catarina (sur del país) se declaró el estado de emergencia debido a las lluvias. Las autoridades han tenido que utilizar helicópteros y lanchas para ayudar a quienes se encuentran en zonas que están incomunicadas. “Santa Catarina se enfrenta a su peor tragedia”, declaró a los periodistas el gobernador del estado, Luis Henrique Silveira.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio da Silva, telefoneó a Silveira para comunicarle que el Gobierno federal está listo para proveer de medicinas y otros enseres a las personas afectadas, según informa la web del Estado brasileño.
El Gobierno dijo que las inundaciones y los deslizamientos de tierra han afectado a 1,5 millones de personas, mientras que 150.000 se han quedado sin suministro eléctrico y cuatro ciudades, de las 60 afectadas, han quedado completamente aisladas.
La prensa brasileña ha mostrado fotografías de calles completamente inundadas en Santa Catarina, uno de los estados más ricos de todo Brasil, conocido además por su gran número de descendientes de alemanes e italianos.
Se estima que diez personas murieron enterradas por un deslizamiento de tierra en la ciudad de Blumenau, donde los funcionarios de la ciudad declararon el estado de emergencia el domingo. Siete más murieron en la ciudad de Jaraguá do Sul.