Se crearán piscifactorías autosostenibles en Cádiz

El rector de la Universidad de Cádiz, Diego Sales, ha firmado un convenio de colaboración con el consejero delegado de la empresa sevillana Vimac, Carlos Contreras, así como con la presidenta del grupo Igfoton (empresa de Base Tecnológica y Spin-Off de la UCA), Celia Mañueco, para el desarrollo de piscifactorías prefabricadas autosostenibles energéticamente con fuentes renovables.
Las tres instituciones están interesadas en promover este proyecto con el fin de contribuir al desarrollo de proyectos de I+D, de escala industrial, relacionados con la energía solar y la gestión energética eficiente y; de este modo, garantizar la vinculación entre la investigación universitaria y el sistema productivo en esta materia. Asimismo, con este proyecto garantizan su participación en la mejora de las condiciones de vida en países en vía de desarrollo, mediante la aplicación de la innovación tecnológica.
Sales explicó que se trata de un acuerdo muy relevante para la universidad, donde se “aúna la experiencia de cultivo intensivo con la sostenibilidad energética”. Con el apoyo de una ingeniería demostrada y conectados “con la vanguardia del conocimiento en este ámbito”. El rector adelantó que la UCA ya está trabajando en un máster de energías renovables para complementar la formación que compete tanto en los grados de Ciencias del Mar y Ciencias Ambientales como en el posgrado de Energía Industrial.
Contreras confesó que es el primer convenio que Vimac firma con una universidad, con la satisfacción que supone para ellos implicarse en este nuevo campo y que será también beneficioso para promover su salida al exterior. Y Mañueco recalcó la relevancia de la colaboración empresarial y universitaria, y como desde Igfoton llevan algún tiempo desarrollándose en esta línea para ampliar “nuestra manera de trabajo”.
El convenio, que coordinará el laboratorio de Energía Solar de la UCA, tratará del desarrollo de plantas piscícolas comerciales de pequeño tamaño, prefabricadas y austosostenibles energéticamente, mediante fuentes renovables, para que puedan implantarse en ubicaciones aisladas del suministro eléctrico.
El profesor Rafael Castañeda explicó que se trata de una oportunidad clara para la “transferencia de conocimientos, con base tecnológica, que posibilitará su incorporación al mercado”. Hace ya tres años, que la UCA comenzó un programa pionero de acuicultura en las zonas interiores de Guatemala, que tenía como objetivo la seguridad alimentaria con la recuperación de una especie autóctona del lugar y que se llevaría a cabo gracias al suministro de energía fotovoltaica.
Sin duda, un antecedente directo que la Universidad de Cádiz inició el año pasado en colaboración con la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID) y el Centro de Estudios Marinos y Acuicultura de Guatemala (CEMA) de la Universidad de San Carlos con la instalación de una planta piloto en Guatemala. Su responsable adelantó que ya tienen los primeros resultados, que trasladarán al ámbito industrial debido al interés despertado en otros países de América Latina y el norte de África.