Un grupo de niños que padece inmunodeficiencia común variable, una patología crónica, está ejerciendo de enfermeros para enseñarles a otros pacientes jóvenes cómo administrarse en casa un novedoso tratamiento que les evita tener que acudir al hospital.
Óscar, de 12 años, hace las veces de enfermero con Laura, de 9 años, en una sala de tratamiento ambulatorio del Hospital Materno Infantil, dentro del complejo sanitario Reina Sofía de Córdoba, durante una de las sesiones a las que ha tenido acceso Efe.
El niño, con experiencia en el nuevo tratamiento desde septiembre pasado, indica a la pequeña Laura los pasos a seguir para conseguir inyectarse por vía subcutánea y por tiempo de una hora una medicación con la que su cuerpo recibirá aquellos anticuerpos que su organismo no es capaz de producir.
Laura atiende atentamente a su compañero ya que será ella la que en adelante tendrá que inyectarse una vez por semana el tratamiento prescrito.
La madre de Óscar, Pilar Lorente, ha recordado cómo la vida de su hijo y la de sus familiares más cercanos ha mejorado notablemente al no tener que acudir una vez cada tres semanas para recibir un tratamiento por el que necesitaban estar hasta seis horas en el centro sanitario.
El niño indica que lleva desde los 5 años conviviendo con esta enfermedad inmunológica y este cambio de tratamiento le ha supuesto no tener que perder "tanto tiempo de colegio" y poder dedicarse más a su gran afición, el fútbol.
El abuelo de Laura, Juan Antonio Osuna, se ha mostrado satisfecho con los avances de su nieta para automedicarse.
Osuna ha recordado que Laura comenzó siendo celíaca, posteriormente diabética, hasta que tuvo problemas de eccemas en la piel, lo que derivó en un juicio clínico de inmunodeficiencia común variable.
El doctor Manuel Santamaría, catedrático en Inmunología Clínica, ha explicado a Efe que la nueva medicación permite una mayor estabilidad de los niveles de defensa de su sistema inmune y mejoran su calidad de vida, ya que pasan a ser totalmente independientes y autónomos, pudiendo administrarse el tratamiento allá donde se encuentren.
Santamaría ha señalado que los parámetros de rendimiento intelectual, capacidad de atención, participación e integración familiar y social también se ven mejorados.
Actualmente, cerca de medio centenar de pacientes de toda Andalucía son atendidos en el Hospital Reina Sofía por inmunodeficiencia común variable, de los que seis son niños.
Esta patología, que es crónica, acaba ocasionando graves afectaciones respiratorias y en otros órganos como el riñón o el aparato digestivo mientras más tarde se diagnostique.
Finalmente, Santamaría ha asegurado que no se trata de una enfermedad rara sino que se es una patología, "que como todas las inmunológicas, no se ha sabido diagnosticar hasta hace relativamente poco tiempo".