"Al fin bajó la marea". La presentación, con la formación habitual bajo el faro, sonó mejor que nunca.
"Qué bonitos son dos cuerpos que se están tocando a oscuras y sin verse se desean y se contornea toda su figura". Así comenzaba otro poético pasodoble donde describían el encuentro de dos invidentes. "Porque dos bocas así sin verse al absorberse parecen una"; "no se ven pero sus cuerpos huelen como huele un huerto que se riega y a agua limpia". "Qué bonitos son los cuerpos de esos dos luceros negros, qué negrura más bonita".
"Se de lágrimas de miedo que se lloran a escondías sé de lágrimas de duelo pa un amor de hielo que ya se termina". En la segunda letra van describiendo diferentes tipos de lágrimas para concluir diciendo que "no hay lágrimas más hondas, ni más grandes, ni profundas" que las de un niño que nace. "De pronto rompe un llanto que está anunciando que un lucero llega al mundo".
Juan José Padilla en el primer cuplé. Se va a retirar para montar un negocio "y le dijo su mujer: a ti no te montan ni en el Ikea". Al éxito de sus hijos fue el segundo cuplé, con remate para Pacoli. También mejoró la interpretación del popurrí.
