"Quiero dejar claro, de forma poco ambigua, que este Gobierno nunca va a respaldar o apoyar un cambio en el estatus de Gibraltar si ese cambio no lo apoyan los propios gibraltareños", aseveró tajante Clegg durante su intervención en el desayuno del Fórum Europa.
El viceprimer ministro, que dijo saber por sus "suegros" --está casado con la española Miriam González-- que "ésta es una opinión que no gusta mucho aquí en España", subrayó que es la visión de la coalición que forman conservadores y liberaldemócratas. "El anterior Gobierno también tenía la misma opinión y nosotros la mantenemos", subrayó.
Así las cosas, consideró que el Foro Tripartito de Diálogo establecido por España, Reino Unido y Gibraltar en 2004, es el "entorno adecuado para establecer contactos entre ambos gobiernos" sobre el Peñón y adelantó que la próxima reunión a nivel ministerial tendrá lugar "en las próximas semanas".
Clegg, que en algunos momentos de su intervención habló en castellano, bromeó al ser preguntado sobre Gibraltar y Malvinas con irse de la sala --"vaya pregunta, me tengo que ir", dijo--, equiparó el caso del Peñón al de las islas cuya soberanía reclama Argentina y que enfrentaron a los dos países en una guerra en 1982.
"Pensamos que los derechos y la soberanía de los habitantes de las Malvinas es lo más importante", afirmó el viceprimer ministro. Por ello, "no vamos a llegar a una solución o compromiso renunciando en nombre de los ciudadanos de las Malvinas a sus derechos cuando los habitantes desean seguir formando parte de Reino Unido".