La investigación, llevada a cabo por científicos de la Universidad de Wisconsin, en Estados Unidos, ha sido publicada en 'Notices of the American Mathematical Society'.
"Hemos probado algunas hipótesis propuestas recientemente que tratan de explicar la brecha de género en el rendimiento en matemáticas, y hemos observado que no estaban respaldadas por los datos", afirma Janet Mertz, autora principal del estudio y profesora de Oncología en la Universidad de Wisconsin-Madison. En cambio, los investigadores de Wisconsin vincularon las diferencias en el rendimiento matemático a factores sociales y culturales.
El estudio analizó datos de 86 países, que los autores utilizaron para probar la hipótesis expuesta en 2005 por Lawrence Summers -el entonces presidente de Harvard- como la principal razón para la escasez de mujeres matemáticas. La hipótesis de Summers sostiene que los hombres difieren más de la media en ambos extremos del espectro y que, por tanto, están más representados en el sector de mayor rendimiento. Sin embargo, utilizando datos internacionales, los científicos de Wisconsin observaron que esta mayor variación masculina en el rendimiento en matemáticas no está presente en algunos países, lo que indica que este factor está más relacionado con la cultura que con la biología.
El estudio de Wisconsin también desacreditó la idea propuesta por Steven Levitt de "Freakonomics"; según Levitt la inequidad de género no obstaculiza el rendimiento de las chicas en matemáticas en los países musulmanes, donde las escuelas no son mixtas. Al examinar los datos en detalle, los autores de Wisconsin señalan otros factores, "las niñas del estudio que viven en algunos países de Oriente Medio, como Bahrein y Omán, no tuvieron muy buenas puntuaciones, pero los niños lo hicieron aún peor; estos resultados no se han relacionado con la cultura musulmana o el tipo de educación no-mixta en las aulas", afirma Jonathan Kane, coautor del estudio y profesor de Ciencias Matemáticas y Computación en la Universidad de Wisconsin-Whitewater.
Kane sugiere que los malos resultados de los niños de Bahrein pueden deberse a que muchos asisten a escuelas religiosas cuyos planes de estudio no incluyen las matemáticas. Además, algunas niñas abandonan la escuela, por lo que la muestra analizada no es representativa de toda la población.
"Por estas razones, creemos que es mucho más razonable atribuir las diferencias en el rendimiento en matemáticas a factores sociales específicos de cada país", concluye Kane.