La Policía apresó al acusado, de apellido Lucero, cerca de la medianoche del viernes, horas después de que su hija, de 35 años, denunciara el caso en los tribunales de Mendoza, a 1.000 kilómetros de Buenos Aires, en una zona fronteriza con Chile.
La mujer dijo que denunció a su padre por temor a que violara a una de las niñas que había tenido con él, según fuentes policiales y judiciales citadas por la prensa de Mendoza y Buenos Aires.
El fiscal Marcelo Gutiérrez del Barrio señaló al diario bonaerense Clarín que el hombre quedó detenido bajo el cargo de “abuso sexual agravado por el vínculo, con acceso carnal en una cantidad no determinada de veces”.
“Tratamos de limitar la información para proteger a los niños”, afirmó el fiscal tras indicar que los presuntos hijos incestuosos tienen 19, 17, 16, 12, 11, 6 y 2 años.
Del Barrio señaló que la mujer declaró que su padre la sometía bajo amenazas y que se decidió a denunciarlo porque estaba “muy desesperada” ante la posibilidad de que la hija mayor que había tenido con él también fuera objeto de abusos.
Dijo que se harán exámenes genéticos para determinar si los siete hijos de la denunciante, que fueron puestos bajo la protección de un juzgado de Familia, son hijos del detenido.
Los vecinos del presunto abusador han comenzado a llamarlo “el monstruo de la cuarta sección”, en referencia a la zona donde residía con su hija en Mendoza, capital de la provincia homónima.