La preocupación de los españoles por la falta de gobierno ha aumentado en casi dos puntos en el último mes, al pasar del 4,8 al 6,4 por ciento, y se ha consolidado entre los principales problemas de los ciudadanos, que siguen encabezando el paro y la corrupción.
Estos datos se recogen en el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del mes de julio, publicado hoy y que fue realizado entre el 1 y el 11 del pasado mes, días después de la celebración de las elecciones generales.
El desempleo sigue encabezando la lista de las preocupaciones de los españoles, con el 75,5 por ciento, seguido de la corrupción (43,4 %) y de los problemas de índole económica (22,8 %), si bien en los tres casos experimentan una ligera bajada.
En cuarto lugar se mantiene la preocupación por los políticos y los partidos, aunque ha experimentado un descenso respecto al mes anterior, hasta quedarse en un 19,4 por ciento, seguida de la sanidad (12 %) y la educación (10,4 %), que, por el contrario, incrementan su porcentaje.
Los problemas de índole social caen hasta el séptimo puesto con una caída de casi tres puntos, del 11,9 al 8,9 por ciento.
En octavo lugar, se mantiene la falta de Gobierno (6,4 %) que ve incrementado su porcentaje, tras la celebración de unas segundas elecciones y la falta de acuerdos a la vista para formar un nuevo Ejecutivo en el último mes.
No obstante, ya en abril, tras la investidura fallida del líder del PSOE, Pedro Sánchez, la ausencia de un nuevo gobierno repuntó en la lista de principales preocupaciones hasta el 7,1 por ciento.
Los problemas relacionados con la calidad de empleo (5,9 %) y las pensiones (4,2 %) cierran los diez primeros de los problemas de los ciudadanos, de los que sale la inmigración, que cae del 3,3 al 2,9 %, por delante de la inseguridad ciudadana, que pasa del 3,1 al 2 %.
Cabe destacar el problema del terrorismo internacional, que ha aumentado su porcentaje, del 1,5 al 2,1 por ciento, incluso antes de que tuvieran lugar los diversos atentados terroristas que han tenido lugar en Europa, como el de Niza, que fue el 14 de julio, o el posterior tiroteo en un centro comercial en Munich (Alemania).
La independencia de Cataluña sigue sin ser un problema que preocupe demasiado a los españoles, ya que de hecho desciende del 0,7 al 0,2 %, si bien la encuesta del CIS se elaboró antes de que se conociera el último pronunciamiento del Parlament a favor de la independencia unilateral.
En términos parecidos se sitúan los nacionalismos, cuestión que ve ligeramente incrementado su porcentaje del 0,6 al 0,8 por ciento.
En cuanto a la situación política por la que pregunta el CIS, tres de cada cuatro consultados (77,1 %) la califican de "mala" o "muy mala" -3 puntos menos que en junio-, mientras que apenas el 2,1 la ve positiva, y un 18,3, regular.
Solo el 16,7 por ciento espera que mejore en un año frente al 25,4 que cree que irá a peor.
Respecto a hace doce meses, el 6,2 por ciento cree que ha mejorado, mientras que el 40 por ciento la ve peor y la mitad de los consultados (50,1) la considera similar.
En relación al panorama económico, se reduce ligeramente el porcentaje de ciudadanos que tienen una mala impresión, al bajar en casi cuatro puntos (del 67,9 al 64,1 %), y aumenta algo la cifra de los que creen que es positiva (el 4 % frente al 3,2 de junio).
Uno de cada cuatro españoles (19,3 %) pronostica que la economía irá a mejor dentro de una año, aunque son más los que creen que seguirá igual (39,3 %) o que empeorará (23 %).