Vino a Huelva hace poco más de un año de la mano del presidente, Pablo Comas, con el reto de ascender a la élite a lo largo de un proyecto de tres años. De momento, ha conseguido una permanencia en Segunda y ahora peleará por afianzarse en los primeros puestos. Nacido en Barcelona, tiene 42 años y desarrolló la mayor parte de su carrera como futbolista jugando en el Camp Nou, donde aprendió una filosofía de toque que, como su ‘colega’ Pep Guardiola, pretende que sus hombres lleven a cabo y se ganen títulos a base de ‘joga bonito’.
Fue debutante en la categoría la temporada pasada, ¿aprendió de la experiencia?
–Fue positivo. Aprendes nuevas cosas, se intentan mejorarlas. Cuando hay detalles los corriges. Una buena experiencia para afrontar este año con más solvencia tanto el club como aficionados y periodistas. Un buen master avanzado en un solo año.
Un año largo, señale su peor y mejor momento al frente del equipo
–Cuando hemos ido por detrás en el marcador en varios partidos, cuando llevábamos una racha de cuatro partidos sin ganar fue muy difícil aguantarlo, saber afrontar los problemas y transmitírselo a los jugadores, que hay que seguir. Lo mejor fue el hecho de conseguir el objetivo que se había marcado a principios de temporada. Pudo haber sido mejor y haber conseguido más cosas. El año en sí fue bueno, con gente que no conocía la categoría, les saqué jugo y les hice ver que el que corre es el balón y no ellos. Además, conseguir el rendimiento de los primeros ocho partidos fue gratificante.
¿Viste en algún momento la posibilidad de meterse en promoción? –Siempre dije que teníamos que estar muy por encima de nuestras posibilidades para estar en ‘play-offs’. Y a la que bajásemos un poco el acelerador estaríamos a mitad de tabla. Afortunada o desafortunadamente así fue.
¿El equipo pareció en demasía depender de los goles de Chuli?
–Los goleadores van por rachas. Contábamos sólo con dos o tres jugadores que dependíamos de sus goles. Tuvimos depositadas esperanzas en otros hombres que no cumplieron con las expectativas y así es difícil mantenerse arriba. Chuli va a triunfar en Primera, ha evolucionado mucho en un año, es joven para seguir aprendiendo y cuando te rodeas de grandes jugadores va todo a mejor.
¿Cree que el equipo estuvo a la altura de la filosofía de juego que pretendías?
–Todos los jugadores hicieron un esfuerzo para intentar demostrar en el campo lo que yo les transmitía. Hay jugadores que lo tienen más fácil y se adaptan mejor y otros que les cuestan más.
¿Qué le faltó a esa plantilla para triunfar?
–El hecho de asumir el rol de la posesión de balón lo teníamos pero nos faltaban jugadores que supieran dominar en espacios cortos, que tuviesen desborde, superioridad en el uno contra uno. Este verano lo hemos recuperado y lo hemos fichado.
Una de las características del Barcelona es la de romper líneas con los laterales e igual le ha faltado en varios partidos eso a su Recre
Depende del jugador que juega varió el sistema táctico. No nos podemos comparar con el Barça y más con los laterales. De Córcoles no puedo esperar que llegue a línea de fondo, tiene sus limitaciones y tiene otro tipo de fuertes que no tiene Alves. No se puede comparar y menos con jugadores como la copa de un pino como los del Barcelona. Sé los jugadores que tengo, lo que me pueden aportar, sacarles el máximo rendimiento e intentar que no lleven al campo las debilidades. Habrá días que juegue por banda, otros más por el centro, depende del rival y cómo nos deje jugar. Haremos las cosas en consonancia a nuestra filosofía y aprovechando el punto débil del rival.
¿Existe un plan ‘B’ de juego?
–Hemos variado el sistema con ‘4-3-3’, ‘4-2-3-1’, falso ‘9’. Siempre apostaremos por rasear el balón incluso en campos pequeños como el del Lugo o Mirandés. Que no quepa la menor duda. La única vez que jugamos al pelotazo fue en Huesca y salió mal.
¿Ganó partidos desde la pizarra?
–En casa los partidos de Alcorcón y Villarreal, ambos del Barcelona B, el del Castilla a domicilio. Y hemos perdido otros muchos partidos por inexperiencia mía, otras veces de algunos jugadores. La mejor manera de defender y atacar es teniendo el balón.
Hay sectores de la afición que apostaba por un juego más parecido al de Mourinho
–Hay días que aposté por jugar de una manera o de otra. Lo que nunca haré es jugar en el Nuevo Colombino echando al equipo atrás. Haré ese tipo de partidos cuando el rival sepa que va a tener el balón porque ese sea su fuerte. Ahora tenemos capacidad suficiente para tener más posesión, finalización, más llegada y hacer daño por banda.
¿Qué se necesita para estar arriba?
–Trabajar mucho y en momentos puntuales estar afortunados. Hay equipo para superar lo del año pasado y sobre todo si nos encontráramos en los puestos de arriba hay jugadores con mucha experiencia. Necesitamos esa regularidad que nos lleve a lo más alto. El año pasado nos mató perder fuera y tener la obligación de ganar en casa.
¿Es posible el ascenso este año?
–Tenemos que ser ambiciosos. Tenemos una ventaja respecto a la campaña anterior y es que formamos una base consolidada con jugadores que han aportado mucho y vamos a trabajar todos juntos para encontrarnos un camino llenos de rosas. No vamos a lanzar campanas al vuelo para que luego no se escuchen. Paso a paso nos marcaremos objetivos reales y a corto plazo para que luego llegue lo que buscamos. El objetivo es ser ambiciosos, ser regulares y eso nos dará el premio.
¿Los fichajes aportan un salto de calidad a la plantilla y una mayor veteranía?
–Para traer gente que no nos mejore no hace falta que esté aquí. Sí es cierto que hay jugadores de calidad que salieron y lo que hemos traído no sé si supera lo anterior pero sí vienen con ambición, que tienen la experiencia de jugar en la categoría. Saben afrontar los partidos dependiendo de cómo vayamos en la clasificación y contra qué equipos y afrontar los minutos finales. Álvaro Antón, Jorge Larena, Jesús Vázquez,… tienen una experiencia contrastada.
¿Cómo es su relación con los directivos del club?
-Tengo muy buen feeling con Pablo Comas y Fernando Iturbe. Con Víctor Hugo charlamos cuando viene para seguir mejorando. No tengo ninguna queja.
¿Se siente respaldado por la afición?
–Me siento querido en Huelva y si no, no seguiría en el Recre. Los aficionados tienen su derecho a opinar. Hay que llevar al Decano a su máximo esplendor y ellos son una parte fundamental para conseguir los objetivos y nos tienen que ayudar. Habrá momentos que tendrán que saber que será más difícil ganar y habrá momentos en los que estemos más afortunados. En definitiva, el buen recreativista tiene que demostrarlo en los malos momentos. Cuando las cosas van bien todos son del Decano. Hay que ver dónde estamos situados y afortunadamente los dirigentes que están saben manejar el club en términos económicos, deportivos y hay clubes peores situados porque se hicieron las cosas mucho peores que aquí.
¿Cómo afronta la Liga esta temporada?
-Han descendido tres equipos muy fuertes de Primera división, han ascendido históricos como el Alavés, siguen equipos como Hércules, Sporting, Las Palmas, Alcorcón,… y todos queremos subir. Veremos quién se lleva el gato al agua y hay que ser conscientes de que tenemos un proyecto y tenemos que creer en él y eso nos lo darán los resultados.
¿Cómo es Sergi en el vestuario?
–Para mí lo fundamental son los valores. Los jugadores tienen que demostrarme trabajo, esfuerzo, disciplina y acumular muchos valores para que todos nos sintamos cómodos dentro de un vestuario. Un jugador se tiene que dirigir hacia mí con educación, con criterio, sin insultos, que al fin y al cabo son valores.
¿Aceptó el vestuario la sustitución de Borja Granero frente al Sporting de Gijón antes del descanso?
-Al jugador seguro que no. Borja no estaba ayudando, tenía un mal día, que puede pasar e intenté que otro compañero supliera su puesto. No pensé si me iban a criticar por sustituirlo, pensé en beneficio del equipo. No sé si volvería a hacerlo ahora. También estaba a 180 pulsaciones por minuto, pero mi intención no era la de señalar al jugador ni guardarme mi espalda. Al revés, en varias ocasiones puse mi espalda para que me dieran a mí en vez de a los futbolistas.
¿Qué es para usted el Recreativo?
–Es el sitio donde me han dado la oportunidad de ser entrenador y seguramente después de dos años aquí uno coge cariño a todo. He conocido el sentimiento albiazul, vives como recreativista, conozco la ciudad y me siento muy cómodo. Soy recreativista y nunca lo voy a negar. Ser recreativista y ser del Decano es un placer. Es el equipo con más años en el fútbol español y es para alardear por toda España de ello. Día a día soy más recreativista y no por el hecho de la oportunidad que me dieron, sino porque aunque parezca un poco apartado, conozco a mucha gente que me ha enseñado cómo funciona el club y desprendo recreativismo a cada paso que doy.
¿Es el Recreativo un trampolín personal para lograr el mismo prestigio que tuvo como jugador ahora como entrenador?
Tengo un proyecto ambicioso y dentro de estos tres años de contrato es ascender. No pienso en nada más. Quiero ser el entrenador que devuelva al Decano a Primera división. Creo que tengo que estar agradecido por la oportunidad que me dieron y cumpliré mi contrato.
¿Pensó en dimitir?
No he pensado en marcharme porque aquí estoy muy cómodo.
¿Qué piensa de la afición de Huelva?
–Somos españoles. Todos los públicos son iguales. El problema que tiene ahora mismo el club es que el campo es muy grande y si van 6.000 espectadores a animar, pero como se les ve muy lejanos el uno del otro… En cambio, en Miranda el campo es pequeño, están todos juntos. Hay que intentar a base de fútbol llenar el estadio.
¿Cuál es su sueño?
Mi gran momento sería ver el estadio lleno, animando y viendo a un equipo que espero que sea ganador. Espero que se llene este año y no haya que esperar a estar en Primera. Con la ayuda de todos, todo es posible.
¿Qué pasó con Jesús Rubio?
No contaba con él para el proyecto.
¿Y con Bonaque?
El me pidió marchar en Navidad, no estaba teniendo continuidad y quería jugar en otro sitio. Probó suerte en Villarreal, no ha tenido la suerte que esperaba y ha vuelto. No se cuenta con él. En fútbol hemos sido, somos y seremos egoístas por naturaleza. El jugador piensa en él mismo. De los jugadores que no continúan una gran base sólida es porque les exijo trabajo y a los que he fichado les pido lo mismo. Hay que entenderlo y no se pueden bajar los brazos.
¿Y Aitor?
En un principio tiene que buscar una salida y tiene entendido que si se queda tiene por delante a varios jugadores.
¿Será el onubense Rubén Gálvez su apuesta personal?
Está entrenando con nosotros y si me demuestra que está para jugar será el portero en el primer partido de Liga. Nadie tiene garantizado un puesto y tiene la oportunidad de profesionalizarse. Tendrá que ganárselo día a día. No se fichará a ningún portero más porque quiero que el portero del filial y hacer con el meta del filial lo que la temporada pasada hice con Rubén y que pueda dar el salto al primer equipo.