A pesar de los 58,8 litros por metro cuadrado caídos desde el pasado jueves en el pantano del Quiebrajano, el año hidrológico finalizó ayer con un déficit en el volumen embalsado del 27,73 por ciento. Es decir, ayer, el Quiebrajano se encontraba al 54,42 por ciento de su capacidad, mientras que hace un año estaba al 78,13 por ciento.
Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, en todo el año hidrológico se recogieron en el pantano 226 litros por metro cuadrado, de los que 59,2 corresponden al mes de septiembre, más concretamente a los últimos cinco días.
Estas últimas precipitaciones ni siquiera han provocado que se rompiera la tendencia de pérdida de volumen embalsado en el pantano del Quiebrajano, ya que a principios de mes, el día 4 de septiembre, se encontraba al 56,33 por ciento de su capacidad y ayer estaba al 54,42 por ciento, lo que significa que este último mes ha perdido casi otro dos por ciento.
Pérdida continuada
Sí han servido estas lluvias para que el descenso sea menos acusado que en meses anteriores, ya que el día 5 de julio estaba al 61,37 por ciento, por lo que en el mes de agosto llegó a perder un cinco por ciento de su capacidad.
La situación podría, de continuar la actual tendencia de sequía, acercarse a los preocupantes niveles que alcanzó el pantano hace unos ocho años, cuando apenas llegaba al 20 por ciento de su capacidad. Por el momento el abastecimiento a las poblaciones que suministra agua está asegurado, si bien, la falta de precipitaciones podría hacer peligrar en el futuro el suministro. En cuanto al resto de embalses de la provincia, todos se encuentran también en torno al cincuenta por ciento de su capacidad de volumen embalsado y han terminado también el año hidrológico con un acusado déficit en su volumen de agua embalsado.