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El pavo, la carne rellena y las gambas copan los encargos de un plaza ‘loca’ por vender

Las últimas compras y la recogida de pedidos para la cena de Nochebuena ambientan el Mercado de Abastos, que atrae a más turistas que nunca por su decoración

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  • Un pescadero atendiendo a la clientela. -
  • En la nave del pescado echan en falta la alegría de antaño para dar salida al marisco

Han sido días de no parar en la plaza de abastos de Jerez. Y en la víspera de Nochebuena no podía ser menos. Ya hace un mes que activó el modo Navidad estrenando una decoración especial con bolas doradas en formato XL y otros exornos que la han convertido en todo un atractivo para la población y los turistas. “Ha sido una maravilla; han venido muchos expresamente a pasear para verla y porque estaban en hoteles y no podían llevarse nada que sino”, comenta el presidente de la Asociación de Vendedores del Mercado Central, Juan Ignacio Parada, mientras despacha a la clientela.

Este año no nos podemos quejar de ventas, lo que más ha subido es la gamba, en lo demás se mantienen todos los precios. De todas formas, el jerezano es espléndido para su casa"

Pese a que la inflación sigue presente unas fiestas más, no cree que esté frenando las compras navideñas ni haya disparado el precio de los productos más demandados como son, los pavos, pollos rellenos, las almejas negras, los mejillones y por supuesto las gambas, que no pueden faltar en la mesa aunque en su caso el precio sí esté más alto. “Este año no nos podemos quejar de ventas, lo que más ha subido es la gamba, en lo demás se mantienen todos los precios. De todas formas, el jerezano es espléndido para su casa”, asegura, convencido de que el lleno del centro desde finales de noviembre por las zambombas también les ha ayudado a mejorar las cajas con respecto a 2022.

Es media mañana y en los pasillos de la carne y la recova empiezan a acumularse clientes para recoger los encargos. “¿Rocío tienes lo mío? Pregunta una señora delante de los puestos 66 y 67, La Nueva Recova, que regenta desde hace 15 años con su marido Mané Cordero, los primeros que trajeron el datáfono a estas instalaciones y uno de los más activos en sus redes sociales, donde hacen directos para sus seguidores mostrando los productos del día e incluso preparándolos.  

Estas dos últimas han sido mañanas de “estrés” e incluso “agobios”, pero no se pueden quejar. Al contrario. “Para este viernes tenía 38 pedidos”, cuenta Mané. Estas dos últimas semanas van a dar salida a unos 60 pavos, casi igual que en 2022. Es el clásico producto por excelencia de la Nochebuena y ha mantenido los precios pese a que “ha subido todo. “Lo hemos mantenido en 9,50 euros el kilo, aunque en la calle está más caro. Tenemos clientes de muchos años y hemos asumido nosotros una pequeña subida para que el precio no suba mucho. Ya no sabemos qué pasará el año que viene”, explica. Junto al ‘rey’ de la nochebuena en las mesas de muchas familias, el pollo relleno también  pide paso desde hace años, y estos carniceros lo notan. “Han salido muchos pollos rellenos  (23)”, señalan, sin perder de vista cómo cada año crece más el gusto de las familias jerezanas por la fórmula de los rellenos en sus carnes -queso de cabra y bacon, Brandy, frutos secos...hay variedad para todos los paladares. La decoración, en este caso, también ha ayudado. “Es una pasada”.

A pocos metros, otro carnicero, Jesús Ramírez, del puesto 70 “Recova y precocinados Magdalena”, cuenta que hace semanas tuvo que cerrar ya el “cupo” de comidas preparadas porque no daban abasto para elaborar más solomillos y todo lo que sean preparados de carne rellena y puchero. Todo para calentar en casa. “El año que viene colocaremos a más cocineros”, asegura, mientras coincide con Mané y Rocío en el auge de los rellenos. “Lo clásico es el pavo -que tiene entre 7,50 y 9,50 euros el kilo), pero se están cambiando las cosas y me piden mucho la carne rellena”, explica, mientras siguen llegando clientes. Está muy satisfecho con las ventas. “Van estupendamente, mejor incluso que antes de la pandemia”, afirma.

En la nave del pescado, las sensaciones no son tan positivas. La mayoría echa en falta los tiempos en los que al público le costaba trabajo abrir el paso para llegar a su puesto. “Antes no se cabía aquí. Ya no hay la alegría de antes, la gente joven no viene a la plaza a comprar pescado y marisco, prefieren hamburguesas, Las ventas van regular”, dice Alfonso Martín, del puesto número 20, mientras supervisa el género. “Las gambas de Huelva más cara está a 30 euros el kilo, esto está regalao. Pero ahora solo quieren almejas y mejillones”.  El cuarto de huevas lo tiene a 7 euros, (el kilo a 28) -importe similar a otros puestos- las patas a 22 euros el kilo...Si todo va bien, la presente será la última Navidad trabajando. Tras 52 años en la plaza, llega el momento de la jubilación. “A ver cómo se me queda la cosa, pero estoy deseando”, reconoce.

En el puesto 38 recuerdan con nostalgia los tiempos en los que los jerezanos se llevaban cajas con cuatro kilos de patas, que tiene más baratas estos días, a 16 euros el kilo, que en noviembre. “Ahora para que se llevan dos kilos hace falta un milagro. Antes nos dolían las manos de despachar”, dice, cruzando los  dedos para agotar todas las existencias de cara a esta Nochebuena.

 

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