El viceministro de Protección Ciudadana griego, Yorgos Kumutsakos, advirtió este viernes de que el país ha excedido su capacidad de acogida de refugiados y pidió a Turquía y la Unión Europea (UE) soluciones ante el aumento de llegadas a las costas helenas en los últimos meses.
Según Kumutsakos, las llegadas a las islas del Egeo Oriental (Lesbos, Samos, Leros, Quíos y Kos) han aumentado "al menos un 30 % este año" y añadió que unas 2.000 personas han llegado al campo de refugiados de Moria (Lesbos) tan solo en los últimos 20 días.
De hecho, hoy mismo fueron rescatadas 246 personas cerca de Lesbos en seis embarcaciones y otras 93 personas que viajaban en dos barcos cerca de Samos.
"Esperamos de Turquía la desarticulación de las redes de tráfico y una mejor vigilancia de las costas, mientras que la UE tiene que aplicar el mecanismo de reparto de la carga entre los Estados miembros, para que los países de recepción no tengan tanta responsabilidad", declaró a la televisión griega SKAI con motivo de una visita a Lesbos.
El Gobierno conservador, que llegó al poder el pasado julio, ha prometido atajar el problema de las islas con la aceleración de los exámenes de asilo y las devoluciones a Turquía, en una aplicación estricta de la declaración conjunta entre Ankara y Bruselas.
Sin embargo, el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, anunció a finales de julio la suspensión del acuerdo de readmisión de migrantes, en respuesta a las sanciones dictadas por Bruselas contra Ankara por sus exploraciones de gas en aguas de Chipre.
En dicha declaración conjunta Turquía se comprometía a readmitir a los refugiados sirios llegados la UE desde sus costas, a cambio de ayudas económicas y la eliminación de la exigencia de visados para los ciudadanos turcos que viajan a la Unión.
Durante su visita a Lesbos, Kumutsakos conoció a una pareja de refugiados procedentes de la ciudad siria de Afrín, que se conocieron y casaron en el campo de Kara Tepe, a los que el viceministro señaló como arquetipo de solicitante al que se debe otorgar asilo en comparación con "otros que obviamente son inmigrantes y nada más".
Kumutsakos reconoció además que los centros de acogida están superpoblados.
Por ejemplo, en Moria viven hacinados más de 7.000 solicitantes de asilo en unas instalaciones pensadas para 3.000 personas, donde además las duchas y los baños no están conectados a la planta de tratamiento de residuos de la isla y generan malos olores, según contó Yannis Balpakaki, encargado del campo, al periódico Kathimerini.
