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Las bicicletas de madera que nacieron con un café

Empresarios con ingenio: la fibra natural de la madera absorbe las vibraciones de los impactos y es mucho más fuerte de lo que se cree

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  • Las bicis -
  • Acaban de volver de presentar sus modelos de bicis con marcos de madera en Alemania

Las bicicletas de madera que nacieron con un café

Fermín Cabanillas

La idea de unos jóvenes de Dos Hermanas (Sevilla) de fabricar bicicletas con marco de madera se ha ido asentando hasta el punto de que acaban de volver de presentar sus modelos en Alemania, un año después de que su idea se iniciase "con un simple café".


Esta iniciativa, que acaba de presentarse en la Feria Internacional de la Bicicleta de Alemania, surgió de la unión del carpintero David Gutiérrez, el policía Rafael Andújar y la "coach" María del Mar Benítez durante "una tarde, que estábamos tomando café hablando de inquietudes, de ideas, de formas de crear empresas, y Rafa nos dijo que si un carpintero haría bicicletas de madera, y tras mirarnos con incredulidad, surgió todo".

Parece, de entrada, algo difícil de sacar adelante, pero estos tres empresarios sevillanos han demostrado que su idea es vendible a todo el mundo, basada sobre todo en que la fibra natural de la madera absorbe las vibraciones de los impactos y en que es mucho más fuerte de lo que se podría pensar idear una bicicleta con este material, "creada cien por cien con madera sostenible", como explica a Efe María del Mar Benítez.

Con un precio de base de 3.000 euros del producto entregado al cliente, TBK Bike fue presentada oficialmente en septiembre del año pasado en la feria 'Unibike' de Madrid, y en este año de vida "hemos recorrido toda Europa mostrando nuestro producto, autofinanciándonos, y sacando a la luz un concepto que tiene que ver no solo con las bicicletas sino con la carpintería, la moda o el diseño a partes iguales".

"Lo mismo alguien pasea con nuestra bicicleta, que están en una feria o están colgadas en el restaurante de Martín Berasatequi", indica Benítez, señalando el acuerdo para que una edición especial limitada firmada por el chef decore los salones de su restaurante Eme Be Garrote.

No obstante, en este primer año de vida de la empresa no todo ha sido fácil, porque había que asentar un producto inexistente en el mercado, con la premisa de ser algo que tiene una gran implantación en países europeos, sobre todo del norte, pero en España "nos queda mucho todavía en este sentido".

Parten de la base de que en países como Holanda una persona puede tener tres bicicletas para su uso personal, con lo que no les importa invertir lo necesario para estar a gusto con su bicicleta, mientras que en Sevilla "es difícil ver bicicletas como las nuestras", que en una rápida visita a su taller ya se aprecia que son distintas a cualquiera que se pueda encontrar en el mercado.

"Trabajamos la madera desde técnicas artesanales, pero aplicando las últimas tecnologías en el tratamiento de ésta para conseguir bicicletas de auténtica dureza", explica Benítez, que está al frente de la mercadotecnia de la empresa, rompiendo en todo momento la idea de que la madera es frágil para un vehículo como éste.

Todo comienza con la selección de bloques de madera libres de nudos y defectos que pudieran comprometer la estructura final de los cuadros, que se transforman y calibran en láminas de entre 3 y 20 milímetros de espesor, mientras que en el proceso de laminación se usan resinas de última generación utilizadas en el sector aeronáutico, que provocan una unión más fuerte que la propia madera.

Como culminación de un proceso manual, a las bicicletas se les aplican cinco manos de una pintura especial utilizada en el sector náutico "con lo que aseguramos que los cuadros estén protegidos de la lluvia, rayos UV e inclemencias del tiempo".

De momento, han conseguido que sus bicicletas estén en ferias de toda Europa y que haya gente conocida como el actor Fernando Tejero que les compró una, "y está encantado con ella", señalan, y ahora el paso es asentarse en el mercado nacional y seguir adelante con una idea que nació con un café y les ha convertido en emprendedores con mayúsculas.

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