Almudena escribió esto la misma noche del concierto que tuvo lugar en Vallecas este sábado pasado. Sus palabras me emocionaron: “La luna en el cielo, rodeada de estrellas, con las cigüeñas encima de la iglesia. Una brisa fresca, enérgica, reivindicativa, brillando con luz propia inunda toda villa de Vallecas. Sonido claro y trasparente que da voz a aquellas que callaron, que enmudecieron, que se asustaron. Oscuridad versus claridad, sumisión versus empoderamiento, silencio versus libertad, Una voz especial cubrió anoche toda villa Vallecas. La magia cubrió los pensamientos, cambio las ideas, rompió los sentimientos y despertó a un mundo en el que la voz fue utilizado como arma. Gracias Brisa Fenoy por ser tan mágica.”
Le di las gracias por poder compartir con ella y con tantas personas, aquello que emociona, aquello que frustra, aquello que empodera a todas. Y es que desde el inicio del tiempo humano somos unidad, sin saberlo, sin pretenderlo, nuestros pensamientos y sobre todo sentimientos son la sangre, la savia, que recorre este inmenso organismo que es la humanidad. Una sangre, una savia, que riega los surcos de la madre tierra y absorbe su fertilidad. Porque el presente es futuro si juntos podemos transformarlo. “Somos lo que hacemos, para ser lo que somos” dice la letra de la canción FREE.
Ese mensaje de Almudena estimulaba el ser compartido en las redes y en ellas aún hay quien, con amargura, aún no se ha percatado de esa unidad que nos hace a todas las personas mágicas. También cumplen su función esas personas que están inquietas, que bucean en las redes para encontrar a quien criticar, de quien mofarse, a quien “crucificar”, porque pretendiendo golpear y romper, ayudan a endurecerse. “Los golpes quiebran el cristal, pero endurecen el acero”. Como decía Quilapayún en su canción “Millones ya, imponen la verdad, de acero son ardiente batallón, sus manos van llevando la justicia y la razón”
Pura magia, esto de la comunicación, que hace posible que el sonido sea captado claro y trasparente y que las palabras que se escuchan den voz a aquellas que se callaron, que enmudecieron, que se asustaron. Y recobraron el ánimo para salir a la claridad desde la oscuridad, abandonar la sumisión empoderándose y relegar al olvido los silencios, sintiéndose, aunque sea por un instante Libres. Y es que cuando se prueba la libertad ya no hay marcha atrás.
Fdo Rafael Fenoy
