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19/05/2024  

Andalucía

La acusada de quedarse con el premio de un décimo dice que lo llevaba con su hija

La mujer que fue juzgada ayer en la Audiencia de Granada por quedarse supuestamente con el premio de un décimo de la Lotería de Navidad que compartía con un amigo afirmó a la sala que lo compró a medias con su hija, "que lo sabe Dios".

  • Concepción H. F. hace declaraciones a los medios antes del juicio. -
La mujer de 50 años, natural de Pedro Martínez (Granada), que fue juzgada ayer en la Audiencia de Granada por quedarse supuestamente con el premio de un décimo de la Lotería del Sorteo Extraordinario de Navidad que compartía con un amigo afirmó a la sala que lo compró a medias con su hija, "que lo sabe Dios". 


En la Sección Segunda declararon ayer como imputados, además de Concepción H. F, su marido, Antonio S. S, su hija, Concepción S. H, y el marido de ésta, Antonio F. M, a los que la acusación particular considera autores de un delito de apropiación indebida, al simular entre todos que compartían el premio que realmente llevaba la primera de las inculpadas con el denunciante, Francisco Luis A. S. La petición de cárcel para los cuatro es de dos años y medio, más una multa de 3.240 euros. 


El Ministerio Público, que sólo acusa a Concepción, que se enfrenta a una petición fiscal de dos años de cárcel y el pago de una multa de 2.880 euros, considera que la procesada ofreció a Francisco Luis compartir el boleto que había comprado a principios de diciembre de 2003 en una sucursal de Caja Madrid en Guadix y que ambos conveniaron compensar el pago de la mitad del décimo con una deuda de 60 euros que ella mantenía con el denunciante. 


La acusación particular, por su parte, señala que, al enterarse la inculpada de que el décimo, el número 13.911, había sido premiado, fue a contárselo "alborozada" a su vecino pero que, tras hablar con su hija, decidió no abonarle la mitad de los 48.000 euros que le habían tocado. 


En su declaración, Concepción aseguró que ofreció al que era su vecino compartir tres décimos de los cuatro que jugaba, "porque me dio pena porque no tenían dinero para comer", sin que ninguno de ellos fuera el que posteriormente consiguió ser agraciado, ya que éste último lo había comprado en Guadix con su hija, que en la misma sucursal bancaria le abonó la mitad del importe del boleto. 


Sin embargo, Francisco Luis no precisó que quisiera participar, por lo que, según la inculpada, no llegó a ver ningún número y por supuesto no el que fue el premiado, que a ella le gustaba por empezar precisamente por 13. Tampoco habían quedado en compensar el precio de alguno de ellos por la deuda que contraía, que, según dijo Concepción, ya había sido pagada. 


Un premio de 48.000 euros 


"Dios sabe que no he compartido nunca la lotería. Jamás en la vida. Sólo lo he hecho con mi hija", mantuvo Concepción, quien criticó que, dos días después de conocerse el premio, el denunciante acudió a su casa para pedirle la mitad de los 48.000 euros diciendo que "la cosa se iba a quedar así porque no había hombres delante", a pesar de que estuvieran presentes su marido y su yerno. 


Su esposo, también imputado, dijo desconocer si su mujer ofreció a Francisco Luis algún décimo y si la deuda que mantenían, por la compra de unas sillas "viejas", había sido abonada o no. Dijo quedarse "asombrado" cuando el denunciante se dirigió a su casa para exigirle la mitad del premio ya que él mismo había llevado en coche, en compañía de su yerno, a su mujer y su hija para que éstas compraran el décimo que compartieron. 


Así lo aseguró también la hija, Concepción S. H, quien se encontraba trabajando en la aceituna cuando recibió una llamada de su madre diciéndole que habían obtenido el tercer premio en el sorteo del 22 de diciembre. Aseguró que pagó la mitad del boleto delante del director del banco, pero que no llegó a firmarlo "porque con mi madre no me hace falta firma". 


Su marido, el yerno de la primera procesada, dijo desconocer los detalles de la situación, salvo que acompañó a su suegra, su mujer y su suegro, a comprar el boleto en Guadix. 


El denunciante, sin embargo, mantuvo que la inculpada entró en su casa, donde estaba acompañado por más personas que iban a trabajar con él en la aceituna, le ofreció compartir el número y que, "por la confianza" que había entre ambos, no firmó nada y quedó en que se compensara el pago con la deuda de las sillas. 


El número, según aseguró, le parecía "feo" a la inculpada, pero era el que había dicho un "adivino" que iba a tocar. Francisco Luis aseguró que es "mentira" que le ofreciera más de un décimo e "incierto" que el marido de ella fuera el que custodiara el número, que él vio y apuntó en un papel. 


En calidad de testigos declararon dos de las personas que supuestamente estuvieron presentes cuando Concepción ofreció compartir el décimo a Francisco Luis. Los dos, que conocían al denunciante de haber trabajado antes con él, afirmaron que vieron el número y quedó claro el trato por el que se comprometía la procesada, que el pago del boleto se compensaba con la deuda de los 60 euros. 


El director de Caja Madrid, por otro lado, dijo no recordar que la hija de Concepción le abonara la mitad del importe, pero sí que las dos quedaran en comprar el número que fue premiado a medias. 


En la exposición de su informe, la fiscal señaló que las pruebas testificales "pueden sostener los hechos denunciados", por lo que pidió una sentencia condenatoria para Concepción, a la que ve autora de un delito de apropiación indebida, por el que pide además una indemnización a su vecino de la mitad del premio, 24.000 euros. La acusación particular incidió en las "contradicciones" en el relato de los testigos desde la instrucción del caso y la defensa, que pidió la libre absolución de los cuatro procesados, mantuvo que en el juicio "no sólo ha mentido Francisco Luis, sino también los testigos".

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