Este domingo 12 de octubre se celebra el Día Mundial del Enoturismo. Una jornada que Jerez ha estado celebrando durante la semana con un programa de eventos y actividades que han coincidido con la programación de la Sherry Week, la promoción más internacional de los vinos de Jerez.
Entre las diferentes acciones que se han realizado han estado las visitas a diferentes bodegas, como a la de Páez Morilla, que ha tenido jornadas de puertas abiertas. Esperanza Ramírez Páez, nieta del fundador de esta bodega, nos cuenta que “nos hemos querido sumar a esta iniciativa del Día Mundial del Enoturismo enseñando al público parte de nuestro trabajo y de nuestro día a día”.
Se definen como “una bodega un poco atípica dentro del Marco de Jerez” y reconoce que “la gente viene un poco a la aventura. No sabe bien qué es lo que se espera. Saben que hacemos vinagre de Jerez, pero no es solo vinagre, también vinos de mesa como Tierra Blanca o Viña Lucía más todas las botas que tenemos y que hacemos aquí, se van sorprendidos”. Además de ver los vinos, los vinagres y la tonelería, los visitantes pueden disfrutar de “una colección de etiquetas antiguas de todas las bodegas el Marco antigua, algunas que ya no están. También tenemos una exposición de fotografías del primer cuarto del siglo XX, súper interesante, que es permanente y que se incluye dentro de la visita”.
En el ámbito de las visitas turísticas, desde Páez Morilla “no estamos acostumbrados a esto porque nunca habíamos enseñado el tesoro que tenemos aquí escondido. Ha sido algo reciente. Nos reunimos todo el equipo de la bodega y decidimos que esto necesita ser visto por la gente de la tierra y los que vienen de fuera”. Una experiencia que está teniendo “mucha acogida y cada vez viene más gente y deja reseñas muy positivas. Esto refuerza esta oferta turística de la ciudad”.
Una de estas visitantes, Simonetta, llega desde Italia y le parece “una maravilla. Con esto del Día Mundial del Enoturismo he aprovechado”. Llegó a Jerez atraída por el mundo del flamento y “cuando vine me encontré el vino. Un mundo que es una maravilla”. Además, decía que “estoy intentando que los italianos vengan de vacaciones. Vamos a treaerlos más a Jerez porque hay muchas cosas para disfrutar”.
La importancia del negocio de la tonelería
Uno de los fuertes de Páez Morilla es la fabricación, envinado y venta de botas de vino de Jerez a productores de whisky. Una nave con capacidad para 25.000 botas se les quedó pequeña y tuvieron que construir otra para albergar otras 60.000. Algo “bastante desconocido para la gente que viene”.